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El hierro y la fundición artística

1. CONTEXTO GENERAL

A partir de los siglos XIX y XX, el hierro va a aplicarse a los edificios de dos formas que muchas veces se complementaban. Por un lado, encontramos la “Arquitectura del hierro”, que utilizaba este material en la estructura y composición de los edificios, buscando sustituir a la madera y aportar mayor ligereza y modernidad a las construcciones. Por otro lado, tendríamos la forja artística con la que se moldeaban balaustradas de escaleras, balcones, rejas para puertas y ventanas.

 

Izquierda: Inscripción en la que se puede leer “Fundición Ferrer Valencia”, en una vivienda de la C/José Benlliure. Fotografía de Cristina Montiano. Derecha: Folleto publicitario de la Primitiva Valenciana, de a partir de 1879. Fuente: Clica aquí

 

La industria valenciana del metal crece a partir de mediados del siglo XIX y las fundiciones (Ferrer o la Primitiva Valenciana como ejemplos) se instalaban todavía dentro de la ciudad, ya que proveían sobre todo al mercado local. Había tanta y tan variada demanda, no solo aplicada a la arquitectura sino también a la industria y la agricultura, que muchos artesanos extranjeros instalaron sus talleres en Valencia.

 

Fotografía de la construcción de la Finca de Hierro, en la antigua ubicación de la fábrica de la Primitiva Valenciana (C/San Vicente 199, Valencia) (Laviche, 1959).
Fuente: URL

 

Interior del Mercat Central de Valencia (1914-1928), ejemplo de arquitectura del hierro.
Fuente: Google Imágenes (licencia Creative Commons).

 

2. PRODUCCIÓN / CARACTERÍSTICAS

Si nos centramos en la forja decorativa de las viviendas, podemos ver diferentes usos del metal presentes incluso en una misma fachada:

+ Barandillas de balcones, muy cuidadas por la importancia social de este elemento en las casas, al servir de conexión entre la esfera pública y la privada.

+ Lambrequín, o guardapersianas, sobre las ventanas. Cumple dos funciones: proteger la persiana veneciana de las inclemencias del tiempo a la vez que ocultarla de una forma estética. Valencia destaca como la ciudad española con mayor cantidad y variedad de este elemento, y la segunda europea después de Lyon.

+ Las “cares d’aigua”, que se interpretan popularmente como un elemento de protección de la vivienda y sus habitantes. Suelen situarse en canalones, desagües y bajantes de lluvia, forjados con moldes. Las hay con cara de niños, de mujer, de señores barbudos e, incluso, de seres mitológicos.

+ Lasrejasenpuertasyventanas:porunlado, responden a una necesidad de separación y seguridad del espacio privado con respecto a la calle, especialmente en la planta baja; por otro lado, en estos elementos se combina la funcionalidad con la estética al moldear con detallismo formas vegetales o geométricas.

 

Izquierda: Ejemplos de lambrequines en los barrios de Ruzafa, el Carmen y el Cabañal. Fuente: fotografía de Juan Manuel Álvarez, en “El lambrequín en Valencia” (TFG) (2020-2021). Derecha: Ejemplo de “cara de l’aigua”, en la C/Bonaire (Valencia). Fotografía de Cristina Montiano

 

3. EJEMPLOS DEL CABANYAL

Las caras de la C/ José Benlliure

Paseando por esa calle, con mucha atención, se pueden encontrar varias “caras del agua”. Con rostro de mujer y de varón, con barba y sin ella, observan desde los canalones en busca de cualquier peligro que pueda afectar a la casa de la que son guardianas. O eso se dice.

También se pueden descubrir huellas de los productores de las cañerías que recorren las fachadas: la fundición Ferrer, una de las más importantes en Valencia a principios del siglo XX.

 

“Caras de agua”, en cases del C/ José Benlliure. Fotografía de Cristina Montiano

 

“Caras de agua”, en cases del C/ José Benlliure. Fotografía de Cristina Montiano

 

C/Barraca 116, 141, 147, 149, 151…

Los lambrequines tienen un lugar muy destacado, en cantidad y variedad, en la C/Barraca. Los de hierro parecen plantillas troqueladas, casi siempre con motivos vegetales, orgánicos o geométricos, y solían hacerse a juego con el balcón. Al principio eran un signo de poder económico de los propietarios, ya que hacerlos en hierro era más caro que fabricarlos en madera o yeso. Pero con el tiempo los trabajos de fundición fueron abaratándose, seguramente por el trabajo en serie y con catálogos y por la cantidad de talleres presentes en Valencia.

 

Ejemplo de lambrequines en viviendas del Cabanyal. Fotografías de Eva Bravo y Laura Pastor.

 

El Casinet (C/José Benlliure 272)

Construido en 1909, es el nombre popular del edificio de la Sociedad Musical Unión de Pescadores. Fue relevante en el panorama político valenciano ya que, desde sus balcones, Blasco Ibáñez pronunció más de un discurso. Las barandillas son de hierro forjado, con motivos vegetales modernistas, y el balcón pasó a ser un espacio de proyección sociopolítica en lugar de un elemento decorativo y funcional más del edificio.

 

Balcón y lambrequín del Casinet del Cabanyal.
Fotografía de Cristina Montiano.

Molduras y pinturas murales

1. CONTEXTO GENERAL

El Modernismo no solo se dio en la pintura, escultura
y arquitectura, sino también en las artes aplicadas o decorativas. Este concepto integrador incluye el diseño de los elementos arquitectónicos con los que embellecer tanto el interior de los edificios como sus fachadas. Junto al hierro, la carpintería, la cerámica o el vidrio, prolifera el uso de molduras y pinturas murales en las construcciones de la época.

Los temas decorativos más inspiradores proceden principalmente del mundo natural, junto con motivos exóticos provenientes de otras culturas y de imágenes femeninas idealizadas.

 

Fachada de la Casa del Punt de Ganxo (1906). Fuente: Pincha aquí

 

Los arquitectos y maestros de obras encontraron un ambiente favorable a las novedades, poniéndolas al servicio del ansia de lujo y de cosmopolitismo de sus clientes. Para ellos proyectaron edificios rebosantes de elementos ornamentales de las más diversas procedencias: almohadillados, placas, pilastras de variadas formas, frisos, balaustradas, ménsulas, jarrones, pináculos, y un largo etcétera de detalles y ornamentos escultóricos realizados en escayola y piedra natural o artificial.

Otra característica frecuente es la utilización de decoraciones policromas, bien por el contraste de materiales, o por la inclusión de pinturas diferentes entre las molduras y los revestimientos continuos de las fachadas.

 

Palacio de Ayora, levantada en el camino de Algirós que llevaba al Cabanyal. Fuente: Pincha aquí

 

Chalet de Blasco Ibáñez (1900). Font: Pincha aquí

 

2. PRODUCCIÓN / CARACTERÍSTICAS

En el barrio del Cabanyal el Modernismo adopta un lenguaje popular y genuino. Tanto la producción en serie de elementos arquitectónicos en escayola y piedras artificiales, como la realización de pinturas murales a partir de trepas y plantillas, favoreció su popularización.

Entre las molduras y elementos escultóricos más frecuentes realizados en escayola y/o piedra artificial, tenemos que distinguir entre los situados en las fachadas o los que embellecen el interior de los edificios.

 

Fuente: Todocolección.

 

MOLDURAS

Fachadas

+ Ménsulas bajo balcones, entre los que destacan las figuras femeninas y motivos florales.

+ Recercado de vanos, normalmente en un tono que contrasta con el fondo de la fachada.

+ Cornisas y pilastras, de influencia clásica.

+ Balaustradas y remates de fachadas, destinados a tapar las vertientes de las cubiertas.

+ Escudos con siglas o fechas, situados en los remates o encima de las puertas principales.

Interiores

+ Recercado de puertas, con forma de arco o adintelados.

+ Cielos rasos que cubrían los forjados.

+ Cornisas perimetrales.

+ Plafones, situados en el centro de los cielos rasos.

PINTURAS MURALES

La ubicación del barrio del Cabanyal-Canyamelar, hace que la mayoría de los revestimientos y elementos de sus fachadas tengan como objetivo protegerlas de la humedad y el sol. Eso hace que las pinturas murales decoren, sobre todo, el interior de los edificios. No obstante, encontramos también algunos elementos que miran al exterior.

Fachadas

+ Remates. Encontramos ejemplos de iniciales y alguno de pinturas figurativas estilizadas – como los leones situados en la vivienda de la Calle Escalante –.

Interiores

+ Cenefas a la altura del zócalo o cornisa.

+ En techos y cúpulas.

 

Vivienda de la C/ de los Ángeles, 5.
Fuente: Eva Bravo

 

3. EJEMPLOS DEL CABANYAL

MOLDURAS

Parroquia de Cristo Redentor (C/ de la Reina, 96)

Situada entre dos edificios que la ganan en altura, encontramos paseando por la calle de la Reina, la fachada de esta original parroquia. Fundada a mediados del s. XIX, este edificio neogótico está fechado en torno al 1900. Su estilo la convierte en un caso singular en el barrio, en el que uso de las molduras le otorgan ese aspecto que la acercan al gótico flamígero.

La fachada es de composición sencilla, con dos puertas enmarcadas por arcos conopiales decorados con motivos vegetales y rematados con cruces florales. En la parte central hay un rosetón con tracería calada, también rematado por un arco conopial decorado. La parte superior está rematada por un perfil escalonado en el que se insertan arcos trilobulados apuntados, cubiertos por tejadillos de ladrillo rojo. Desde los flancos se elevan dos pináculos también con motivos vegetales.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

La parroquia participa activamente en la Semana Santa Marinera de Poblats Marítims, una de las principales señas de identidad sociocultural de estos barrios y declarada, por ello, Patrimonio Cultural Inmaterial.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

“La Fabriqueta”. Edificio ecléctico de la calle Pintor Ferrandis, 34.

Este edificio de viviendas es uno de los más conocidos del barrio, desde que fue construido en 1927. Con gran profusión de elementos ornamentales, no sigue una lectura literal del eclecticismo neobarroco regionalista que fue popular en la València de los años 20. Es un claro ejemplo de la libre interpretación de los estilos arquitectonicos en el Cabanyal-Canyamelar.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

Con fachadas a tres calles disitintas, la principal mira a la calle del Pintor Ferrandis y está estructurada en tres partes: la central, más estrecha, con una puerta principal enmarcada con motivos vegetales, volutas y escudo central. Sobre esta se levanta un balcón circular con balaustrada, con un vano también recercado con acróteras con forma de jarrón. Por encima, vemos un nuevo balcón circular con barandilla de hierro; y finalmente, un remate con cornisa múltiple, coronada por un jarrón. A partir de este elemento central se despliega el resto de la fachada, repitiendo un mismo esquema compositivo de balcones adintelados en las dos primeras plantas, y arqueados en la última. Pero lo más característico son las esquinas redondeadas y sus dos miradores con grandes ventanales divididos por pilastras. Y arriba del todo, unos arcos de medio punto enmarcados por columnas ojivales y frontón con ojo central, rematan el conjunto.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

PINTURAS

Reloj solar de la Casa dels Bous

El reloj de sol en forma de U, situado en uno de los laterales de la Casa dels Bous, se realizó ya en el año 1895, con la puesta en funcionamiento el edificio. Se ubicó en la planta superior de la fachada sur, siguiendo una orientación hacia el suroeste. Según las fuentes orales, en el lado norte se pintó otro reloj de sol que no tuvo éxito, debido a su orientación.

La numeración en números romanos está pintada sobre un fondo azul marinero; y el gnomon está colocado sobre un fondo amarillo astral. Con el movimiento del sol, indica las horas y medias horas abarcando un ciclo de doce horas (desde las 6:30 hasta las 18:30). Sobre la vareta del gnomon, la fecha de 1895.

A pesar del largo proceso de degradación de la Casa dels Bous, en 2011 se pudo recuperar el reloj con los trabajos de repintado y se ha convertido en uno de los símbolos del Cabanyal.

 

Fuente de la imagen: Catálogo de Protecciones. Plan Especial Cabanyal-Canyamelar. Ayuntamiento de València

 

Calle de los Ángeles, 25

Este edificio de viviendas llama la atención por las molduras con forma de cabezas de león que encontramos en su fachada. Otra, en forma de escudo, nos informa de su fecha de construcción: 1889.

Gracias al proceso artístico realizado durante los años 2007-2008 por las artistas Patricia Gómez y Ma Jesús González, podemos atravesar la frontera que supone la fachada, para descubrir las pinturas de sus habitaciones. Con su registro, comprobamos la intención en diluir lo público y lo privado en las viviendas del Cabanyal. En sus fachadas se proyecta el gusto por la decoración y ornamentación de los espacios interiores, sobre todo en las estancias que ocupaban la vivienda del piso superior. En la planta baja, las grandes puertas daban acceso a los comercios relacionados con la actividad que generaba el antiguo mercado del Cabanyal – ubicado en la actual plaza del Doctor Lorenzo de la Flor–.

 

Archivo Cabanyal (2007-2008). Patricia Gómez y M.J. González. URL

 

Fuente: Imagen izquierda, Eva Bravo. Derecha, Archivo Cabanyal (2007-2008) Patricia Gómez y M.J. González. URL

Pavimentos cerámicos

1. CONTEXTO GENERAL

Uno de los usos más destacados de la cerámica es
el pavimento para interiores de viviendas, muy demandado tanto por familias burguesas y humildes. Aunque tengamos ejemplos desde la Antigüedad, como los mosaicos romanos, el suelo de cerámica o la baldosa hidráulica que muchos recordamos se popularizó a partir del siglo XIX y XX.

Con el crecimiento de la ciudad moderna, la preferencia de la cerámica en los pavimentos responde a:

+  Necesidades de mayor higiene y confort.

+  Su capacidad de aislamiento.

+  Su carácter decorativo, que además mostraba el estatus social y económico de los propietarios.

+  La revalorización de las artes decorativas por el Modernismo, estilo que se desarrolla entre finales del XIX y principios del XX.

 

 

Tras el incendio de 1875, en el Cabanyal se empiezan a sustituir las antiguas barracas por viviendas de obra teniendo en cuenta esos factores y se utilizará la cerámica de forma intensiva, en suelos, zócalos y fachadas.

 

Exemple de paviments Nolla. Font de la imatge: ValenciaPlaza
Ejemplos de pavimento Nolla. Fuente de la imagen: ValenciaPlaza.

 

2. PRODUCCIÓN / CARACTERÍSTICAS

La industria cerámica valenciana abastecía al mercado local e internacional, con mucho protagonismo en América del Sur. La mayoría eran pequeños hornos familiares o grandes fábricas lejos del centro urbano (como en Manises, Burjassot, Onda).

Entre los tipos de cerámica más apreciados en esa época, destacan dos: el mosaico Nolla y la baldosa hidráulica, que en ocasiones se confunden. La diferencia está en el material y el procedimiento. En 1860, había surgido en Meliana la fábrica de Miquel Nolla, que había importado la tecnología inglesa. Su producción se basaba en teselas geométricas de un material muy resistente (el gres porcelánico), de pequeño tamaño y en una gran variedad de formas y colores.

Los Nolla pronto se convirtieron en un producto famoso y caro, por lo que suelen encontrarse en viviendas burguesas. Las familias que no podían permitírselos recurrían al hidráulico, más asequible porque no pasaba por el horno (se utiliza una prensa hidráulica). Aunque también había mosaicos de pequeñas piezas muy parecidos a los Nolla, lo más habitual es encontrar baldosas cuadradas de 20×20 cm

 

Detalle de la restauración de pavimento Nolla en la vivienda de la C/ de la Reina 121.

 

Ejemplos de baldosas hidráulicas del Cabanyal.

 

3. EJEMPLOS DEL CABANYAL

Había al menos dos fábricas de cerámica, especializadas en baldosa hidráulica, situadas en el Cabanyal: la de José Burgos, en la calle José Benlliure 111, y la de Vicente Noguera, en el número 4 de la misma calle. En muchas viviendas, de áreas o ciudades distintas, se pueden encontrar los mismos pavimentos porque las fábricas funcionaban con catálogos y se producía en serie.

 

Catálogos de las fábricas de José Burgos (portada) y Vicente Noguera (muestra de pavimento con hidráulicos).

 

Enlace a Archivo Valenciano del Diseño: Fes clic aquí

 

C/ de la Reina 121

Destaca que a partir de un número muy limitado de piezas y de colores similares, se componen 3 modelos geométricos muy diferentes para tres estancias. Los pavimentos de la planta baja son mucho más sencillos que los de arriba, lo que podría dar pistas sobre a qué se dedicaban las estancias de un piso y del otro.

 

3 modelos geométricos de la decoración de las diferentes salas de la vivienda en C/ de la Reina 121.

La carpintería

1. CONTEXTO GENERAL

Resulta sorprendente que la industria de la madera fuera una de las más importantes en la Valencia del siglo XIX, por la escasa cantidad de bosque del territorio. La materia prima, en realidad, se transportaba desde Aragón, Cuenca o Teruel hasta la ciudad, donde se aserraba y redistribuía. Valencia se abastecía de madera principalmente a través del río Turia, en

lugar de por vía terrestre, desde la Edad Media. A este transporte se le llamaba maderada y se le asociaban oficios ya desaparecidos como el de ganchero, que guiaba los troncos por la corriente como un pastor.

Las fábricas de tableros, ventanas y puertas se situaban tradicionalmente en las proximidades del puente de San José, ya que era el lugar donde se extraía la madera del Turia. Fueron numerosas tanto en la zona de Guillem de Castro como en el Llano de la Zaidía, donde se encontraba una de las industrias madereras más potentes: la de los hermanos Comín.

 

Cartel de la película “El río que nos lleva” (Antonio del Real, 1989), basada en la novela de José Luis Sampredo de 1982 y que homenajeaba a los gancheros del río Tajo.

 

Además de alrededor del puente de San José, la zona del puerto también vivió una expansión de la industria de la madera a finales del siglo XIX. Una de las causas fue la fabricación de cajas y toneles para la exportación de productos agrícolas y de vino. El otro motivo fue la cada vez mayor importación del transporte por vía marítima y ferroviaria, que hizo desaparecer las maderadas.

2. PRODUCCIÓN / CARACTERÍSTICAS

En la construcción de edificios, la madera se utiliza en la estructura (forjados, vigas) y en cerramientos (techos, ventanas y puertas), pero también se trabaja desde un punto de vista estético en forma de artesonado, lambrequines y puertas con molduras decoradas con formas orgánicas o propias de la naturaleza. A pesar de esto, durante mucho tiempo se conoció como fusters de gros a los carpinteros, en contraposición a los ebanistas o fusters de fí que elaboraban muebles y trabajos considerados más delicados.

 

Litografía de un álbum (Carpintería artística, de Andrés Audet i Puig), editado en Barcelona, entre 1904 y 1905.

 

Litografía de un álbum (Carpintería artística, de Andrés Audet i Puig), editado en Barcelona, entre 1904 y 1905.

 

Una de las maderas más apreciadas fue la de mobila, llamada así por su importación desde el puerto de Mobile (EEUU) a finales del XIX. Procedía de hasta cuatro especies de pino, se obtenían tablas de grandes dimensiones y presentaba más resistencia ante plagas.

Con el Modernismo encontramos una aplicación de la carpintería artística muy cuidada, en la que predominan las líneas curvas, y que se extendía entre los artesanos a través de catálogos y álbumes con grabados.

En Valencia, destacan edificios de principios del siglo XX con la madera como protagonista: las taquillas y zócalos de la estación del Norte (1907-1917) y el Edificio Ferrer (1908), que presenta en la puerta y en el vestíbulo formas curvas y elementos que recuerdan a la naturaleza.

 

Zócalos de la Sala de los Mosaicos, en la Estación del Norte.

 

Puerta y vestíbulo del Edificio Ferrer (C/Ciril Amorós 29, València). Fotografía de Cristina Montiano.

 

3. EJEMPLOS DEL CABANYAL

En las viviendas del Cabanyal, encontramos una carpintería funcional y centrada en puertas y ventanas.

Son elementos sencillos y prácticos, en los que no sobresalen los elementos decorativos. En las puertas, se suele diferenciar las dos hojas y se siguen un patrón simétrico con plafones y molduras que van produciendo recovecos y sombras. Algunas de las más decoradas se sitúan en la C/ de la Reina y la C/Barraca.

Esto se combina muchas veces con ventanas y rejas, que aportan ligereza y un toque estético. Al mismo tiempo que no se deja de lado la seguridad e intimidad de los habitantes, función esencial de estos elementos que separan lo íntimo de lo público. La carpintería y la fundición son elementos íntimamente relacionados.

Otra aplicación artística muy relacionada con la madera y la carpintería es la moldura, con la que se suele decorar la parte superior y los lados de las entradas.

 

Puertas de madera de viviendas del Cabanyal. Fuente: Izquierda. Derecha (Eva Bravo).

 

Otro de los rasgos más particulares del Cabanyal, y de la ciudad de Valencia en su totalidad, es el lambrequín. Hay pocos ejemplos en madera de este elemento que cubría las persianas venecianas, si comparamos con la gran cantidad que existen producidos por fundición en el barrio. Puede que su presencia sea menor por la conservación del material, que puede verse más afectado por el clima húmedo y salado de esta área de la ciudad. Ya sean de madera o de hierro fundido, comparten características comunes como el troquelado o el relieve de elementos de la naturaleza.

 

Lambrequín de madera, en una vivienda del Cabanyal. Fotografía de Cristina Montiano.

 

Las fachadas

1. CONTEXTO GENERAL

La trama urbana del barrio del Cabanyal-Canyamelar se caracteriza por su marcada retícula ortogonal. Esta cuadricula tan regular de sus calles y avenidas, tiene su origen en las alineaciones de barracas del núcleo originario y en el resultado de los planes urbanísticos tras el importante incendio de 1796. A través de estos planes comenzó la reconstrucción del barrio, agrupando las edificaciones en manzanas alargadas paralelas a la costa. Hoy en día, esta retícula todavía perdura, dibujando las alineaciones y ejes del barrio.

Dentro de esta trama urbana, hay que poner en valor el funcionamiento y el papel de las fachadas de los edificios: es la parte visible de las viviendas, la que se relaciona directamente con la vía pública y en la que se reflejan las características, gustos y hábitos de las familias que las habitan.

 

 

Fotografia de Francisco Roglá López dels templets neogrecs projectats per F. Iranzo per al Balneari de les Arenes, a principis del s. XX. Font: Biblioteca Valenciana Digital https://bivaldi.gva.es/ Anunci de «Las Provincias» publicat el 28 de juny de 1922. Font: http://prensahistorica.mcu.es/
Fotografia de Francisco Roglá López de los templetes neogriegos proyectados por F. Iranzo para el Balneario de las Arenas, a principios del s. XX.

En la evolución del Cabanyal, adquiere especial relevancia el plan urbanístico del arquitecto José Serrano de 1840. En este plan se traza la calle de la Reina como principal eje del núcleo. En ella se van a concentrar los principales edificios de ocio y viviendas de las familias acomodadas de València y Madrid, que desde algunas décadas antes, ya gustaban de “tomar las aguas” y disfrutar de la vida social en la playa del Cabanyal.

Este nuevo fenómeno tuvo repercusiones importantes tanto desde un punto de vista social y económico, como urbanístico y arquitectónico: trajo consigo la proliferación no solo de viviendas para estas familias acomodadas, sino también de un amplio repertorio de infraestructuras que modificaron de forma significativa el paisaje marinero.

Otro incendio, el de 1875, motivó que la práctica totalidad de las barracas del Cabanyal fueran sustituidas por casas de obras para las familias del barrio. A partir de entonces, y de la mano del arquitecto Víctor Gonzálvez, el maestro de obras Tomás Cardona y el delineante Vicent Nicolau, comienza la eclosión de fachadas con cerámica arquitectónica.

De las 700 casas protegidas del Cabanyal-Canyamelar, 300 muestran azulejos arquitectónicos en sus maravillosas fachadas.

 

La casa del carrer Progrés, 279. Font: Eva Bravo
La casa de la calle Progreso, 279. Font: Eva Bravo

 

2. PRODUCCIÓN / CARACTERÍSTICAS

La mayoría de viviendas del Cabanyal no solo contaban con la vivienda -que ocupaba las habitaciones de la planta superior–, sino que también necesitaban la planta baja como parte de su negocio, taller o para uso agropecuario. Por ello, un buen número de casas cuentan con dos alturas más el espacio bajo cubierta. La composición de las fachadas parte de un esquema básico tradicional, a una o dos manos:

+ Base o zócalo, realizado en piedra, ladrillo o azulejo, para paliar los efectos de la humedad.

+ El cuerpo de la fachada, desde la parte superior del zócalo hasta la cornisa. Puede estar pintada (en las que predominan el blanco y azul) o revestida con ladrillos caravista o azulejos cerámicos. También es común el uso de los azulejos decorativos en los aleros, bajo cornisa, bajo los balcones, en el zócalo o en las jambas. Los balcones son de forja y las carpinterías exteriores de madera.

+ En la parte superior de las fachadas se abren unos óculos que sirven como punto de ventilación a la cubierta.

+ Las cubiertas, principalmente, están inclinadas a dos aguas con teja curva. En muchos casos se encuentran ocultas tras los remates de las fachadas con antepechos decorados o balaustradas.

 

 

Fachada de la calle Escalante, 211 Izquierda, aspecto actual. Fuente: Eva Bravo.
Derecha, dibujo de la fachada restaurada según Paula Carabal Maestro.
Fuente: Paula Carabal Maestro (2020-2021): Análisis histórico y tipológico del barrio del Cabanyal (Valencia). Propuesta para la conservación y restauración de las fachadas tradicionales.

 

Las composiciones y las características de los azulejos, molduras y tonalidades empleadas en las fachadas del Cabanyal, hacen de este conjunto una colección de finales del s. XIX y principios del s. XX única en Europa.

 

Mosaic de façanes del Cabanyal. Font: inferior esquerra, Tripadvisor. Resta de les imatges, Eva Bravo.
Mosaico de fachadas del Cabanyal. Fuente: inferior izquierda, Tripadvisor. Resto de las imágenes, Eva Bravo.

 

3. EJEMPLOS DEL CABANYAL

La casa de los marcos y rombos azules. (C/ Escalante, 308)

Ejemplo de casa de modestas dimensiones, pero enriquecida con una fachada que presenta gran diversidad de elementos decorativos, aunque no conserva algunos de sus elementos originales.

Su composición es de vivienda unifamiliar de dos alturas y esquema a una mano: la planta baja se cubre con azulejos esmaltados en blanco, en la que se abren unas molduras ovaladas de escayola con rombos blancos y turquesas que le aportan gran singularidad. En el piso superior parte de la decoración se ha perdido: no se han conservado los azulejos blancos y rojos originales que cubrían el estrecho espacio a ambos lados de los balcones, que se encuentran coronados por una cenefa de escayola ondulada con escudo. Sobre ésta, realizadas con mosaico cerámico, lucen dos rosas geométricas. El remate es otra de las partes más sobresalientes de esta vivienda, con una balaustrada curva perfilada con gotas y tres ménsulas cuadradas.

 

Fuente: Eva Bravo
Fuente: Eva Bravo

 

Fuente: Eva Bravo

 

La casa amarilla de la calle San Pedro, 77

Simétrica y armónica composición a dos manos en esta vivienda construida en 1928. Sobre un pequeño zócalo de ladrillos, la planta baja presenta un falso almohadillado, mientras que la primera planta, muestra un revestimiento liso contínuo, interrumpido por la moldura horizontal que la recorre a la altura de los dinteles de los balcones. Se remata con un antepecho ciego, que no deja ver su cubierta plana.

En este ejemplo, la decoración es sencilla, conseguida a partir de la bicromía conseguida por las molduras que recercan los vanos. Aunque su estado de conservación en la actualidad ha afectado sobre todo a la carpintería de algunos vanos, que se encuentran cegados, todavía presenta muchos elementos originales.

 

Fuente: Eva Bravo

 

La casa de los jarrones y las gárgolas (C/ Progrés, 262)

Aunque construida en 1917 en una sola planta, su fachada consigue cierta altura gracias a su gran balaustrada.

Resulta un magnífico ejemplo de diferentes combinaciones de cerámica arquitectónica, incorporando elementos que la hacen de lo más particular: como la combinación de los azulejos en color blanco y azul claro en la parte superior y el verde claro y blanco en la inferior, separadas ambas combinaciones por una cenefa de mosaico en zig-zag. También en mosaico se realizan dos columnas de escamas hasta alcanzar la cenefa de rosas que la recorre horizontalmente. De ahí parte la balaustrada decorada con 4 mosaicos de jarrones y entre éstos, destacan las figuras de 3 gárgolas que recogen las aguas de la cubierta.

 

Fuente: Eva Bravo
 

El magnífico estado de conservación de esta fachada se ve deslucido por las lianas de cableado eléctrico que la cruzan. (Hecho que lamentablemente se repite en otras muchas casas protegidas del Cabanyal).

 

Fotografia de Francisco Roglá López dels templets neogrecs projectats per F. Iranzo per al Balneari de les Arenes, a principis del s. XX. Font: Biblioteca Valenciana Digital https://bivaldi.gva.es/ Anunci de «Las Provincias» publicat el 28 de juny de 1922. Font: http://prensahistorica.mcu.es/

Fuente: Eva Bravo

Ceramica arquitectónica

1. CONTEXTO GENERAL

La tradición en la producción de cerámica arquitectónica ha sido una de las producciones artísticas más representativas de la cultura valenciana. Aunque existente con anterioridad, la producción de azulejos se desarrolló enormemente a partir de la época medieval andalusí. Paterna y Manises se convierten en estos momentos en los centros de producción cerámica más destacados, continuando durante los siglos posteriores. Y a éstos, se incorporarán en el s. XVIII los de Valencia y la Alcora, en el XIX Onda y Ribesalbes, y en el XX, la industria azulejera de la Plana de Castelló.

Durante estos más de ocho siglos de tradición, hay un momento que destaca especialmente: A partir de la segunda mitad del s. XIX, con la industrialización de los centros cerámicos valencianos, unido al crecimiento demográfico y económico, la producción de azulejería arquitectónica participa de un auge espectacular.

 

 Foto tomada en 1858, junto a la plaza del Carmen y la calle del Ángel en el Canyamelar.
Foto tomada en 1858, junto a la plaza del Carmen y la calle del Ángel en el Canyamelar.

 

Una de las fechas que marca un antes y un después en el barrio del Cabanyal, es el 30 de mayo de 1875. El incendio originado en una barraca ocasionó una gran catástrofe debido al fuerte viento de poniente.

Este hecho, unido a que el Cabanyal se convirtió en la zona de veraneo de los habitantes de la ciudad de Valencia, influyó en la renovación urbanística del barrio: desde el incendio hasta la Guerra Civil, se van sustituyendo la práctica totalidad de las barracas originarias por casas de obra.

Es en este periodo cuando las fachadas del Cabanyal se llenan de colores y reflejos esmaltados, gracias a las posibilidades decorativas que ofrecía la cerámica en los revestimientos. Los nuevos edificios siguieron las corrientes estilísticas del momento: el Historicismo y Eclecticismo a finales del XIX. Pero fue sobre todo el Modernismo el que trajo consigo una puesta en valor de la cerámica arquitectónica.

 

Arquitectura ecléctica del Cabanyal. Fachada principal de la Lonja del Pescado.
Arquitectura ecléctica del Cabanyal. Fachada principal de la Lonja del Pescado.

 

2. PRODUCCIÓN / CARACTERÍSTICAS

Entre los tipos de cerámica aplicada a la arquitectura, se incluye cualquier tipo de elemento realizado en cerámica para su uso en arquitectura:

+ Elementos estructurales, como ladrillos, tejas o cornisas. Esta cerámica es interesante cuando aporta innovaciones y mejoras técnicas a la construcción.

+ Elementos decorativos, como azulejos, mosaico cerámicos o plafones. Este tipo de cerámica decorativa, sin embargo, está cargada de significados y valores. Las fachadas se convierten en herramientas de comunicación, en narradoras de historias.

 

 

Cerámica decorativa: Revestimientos murales en fachadas

En las fachadas del barrio del Cabanyal, nos podemos encontrar con gran variedad de revestimientos cerámicos. Pero por su riqueza y variedad, nos detendremos en los azulejos esmaltados:

 

Calle del Progreso, 262. Fuente de la imagen: Taulellets, Art Ceràmic al Cabanyal, de Jane Lovatt.
Calle del Progreso, 262. Fuente de la imagen: Taulellets, Art Ceràmic al Cabanyal, de Jane Lovatt.

 

+ Revestimientos monócromos, combinados con resaltes en estuco o con azulejos decorados.

+ Revestimientos bicromáticos, sencillos o combinados.

 

Calle de Josep Benlliure. Fotografía de Eva Bravo.
Calle de Josep Benlliure. Fotografía de Eva Bravo.

 

+  Revestimientos polícromos, tipo mosaico.

+  Revestimientos con azulejos decorados, sencillos o combinados.

Dentro de esta diversidad, los colores dominantes en las fachadas del Cabanyal son el blanco, el azul y el verde, asociados a un estilo de vida ligado a los recursos ofrecidos por el mar.

 

– Arriba a la izquierda: Calle Escalante. Detalle azulejo de la jamba de entrada. Fotografía de Eva Bravo. – Arriba a la derecha: CCalle del Padre Lluis Navarro. Detalle azulejo. Fuente de la imagen: Taulellets, Art Ceràmic al Cabanyal, de Jane Lovatt. – Bajo a la izquierda: Calle Escalante, 211. Detalle azulejo neoegipcio. Fotografía de Eva Bravo. – Bajo a la derecha: Calle del Doctor Lluch. Fotografía de Lavinia Lleó Dols.

 

3. EJEMPLOS DEL CABANYAL

C/ del Arquebisbe Company, 24

Vivienda unifamilar de planta baja y una altura, que sigue el clásico esquema de arquitectura tradicional de ‘casa a dos manos’, pero con un revestimiento cerámico en su fachada típica del Modernismo popular del Cabanyal. Es un estupendo ejemplo de la decoración monócroma de azulejos esmaltados, combinada con resaltes en estuco, entre los que destaca el remate con la fecha 1919.

 

Fuente de la imatge: German Caballero. ‘Houses of Cabanyal’. Ed.Dressera. València.
Fuente de la imagen: German Caballero. ‘Houses of Cabanyal’. Ed.Dressera. València.

 

C/ Mediterráneo, 37

Vivienda icónica del modernismo popular del Cabanyal, cuya fachada recoge varias de las tipologías señaladas: el fondo se consigue a partir de un revestimiento bícromo, combinado con resaltes en estuco, sobre todo en el piso superior con una serie de tres columnas con capiteles corintios y un remate con relieve ondulado que recuerda a las olas del mar. Este acoge el mosaico conocido como ‘Mosaico de la Pesca del Bou’: maravillosa instantánea de una actividad asociada a las artes de pesca característica del barrio, de gran valor documental.

 

Fuente de la imagen: Catálogo de Protecciones. Plan Especial Cabanyal-Canyamelar. Ayuntamiento de València.
Fuente de la imagen: Catálogo de Protecciones. Plan Especial Cabanyal-Canyamelar. Ayuntamiento de València.

 

Ejemplos con azulejos decorados

Pasear por las calles del barrio es contemplar un catálogo extendido de azulejos decorados con gran variedad de diseños y estilos: desde el Modernismo, pasando por Bauhaus y Art Decò, hasta llegar a coloridos ejemplos del kitsch de la década de los 70 del s. XX.

 

Fotografia de Eva Bravo.
Fotografia de Eva Bravo.
Fotografia de Eva Bravo.
Fotografia de Eva Bravo.

 

Fotografia de Eva Bravo.