1. CONTEXTO GENERAL

El Modernismo no solo se dio en la pintura, escultura
y arquitectura, sino también en las artes aplicadas o decorativas. Este concepto integrador incluye el diseño de los elementos arquitectónicos con los que embellecer tanto el interior de los edificios como sus fachadas. Junto al hierro, la carpintería, la cerámica o el vidrio, prolifera el uso de molduras y pinturas murales en las construcciones de la época.

Los temas decorativos más inspiradores proceden principalmente del mundo natural, junto con motivos exóticos provenientes de otras culturas y de imágenes femeninas idealizadas.

 

Fachada de la Casa del Punt de Ganxo (1906). Fuente: Pincha aquí

 

Los arquitectos y maestros de obras encontraron un ambiente favorable a las novedades, poniéndolas al servicio del ansia de lujo y de cosmopolitismo de sus clientes. Para ellos proyectaron edificios rebosantes de elementos ornamentales de las más diversas procedencias: almohadillados, placas, pilastras de variadas formas, frisos, balaustradas, ménsulas, jarrones, pináculos, y un largo etcétera de detalles y ornamentos escultóricos realizados en escayola y piedra natural o artificial.

Otra característica frecuente es la utilización de decoraciones policromas, bien por el contraste de materiales, o por la inclusión de pinturas diferentes entre las molduras y los revestimientos continuos de las fachadas.

 

Palacio de Ayora, levantada en el camino de Algirós que llevaba al Cabanyal. Fuente: Pincha aquí

 

Chalet de Blasco Ibáñez (1900). Font: Pincha aquí

 

2. PRODUCCIÓN / CARACTERÍSTICAS

En el barrio del Cabanyal el Modernismo adopta un lenguaje popular y genuino. Tanto la producción en serie de elementos arquitectónicos en escayola y piedras artificiales, como la realización de pinturas murales a partir de trepas y plantillas, favoreció su popularización.

Entre las molduras y elementos escultóricos más frecuentes realizados en escayola y/o piedra artificial, tenemos que distinguir entre los situados en las fachadas o los que embellecen el interior de los edificios.

 

Fuente: Todocolección.

 

MOLDURAS

Fachadas

+ Ménsulas bajo balcones, entre los que destacan las figuras femeninas y motivos florales.

+ Recercado de vanos, normalmente en un tono que contrasta con el fondo de la fachada.

+ Cornisas y pilastras, de influencia clásica.

+ Balaustradas y remates de fachadas, destinados a tapar las vertientes de las cubiertas.

+ Escudos con siglas o fechas, situados en los remates o encima de las puertas principales.

Interiores

+ Recercado de puertas, con forma de arco o adintelados.

+ Cielos rasos que cubrían los forjados.

+ Cornisas perimetrales.

+ Plafones, situados en el centro de los cielos rasos.

PINTURAS MURALES

La ubicación del barrio del Cabanyal-Canyamelar, hace que la mayoría de los revestimientos y elementos de sus fachadas tengan como objetivo protegerlas de la humedad y el sol. Eso hace que las pinturas murales decoren, sobre todo, el interior de los edificios. No obstante, encontramos también algunos elementos que miran al exterior.

Fachadas

+ Remates. Encontramos ejemplos de iniciales y alguno de pinturas figurativas estilizadas – como los leones situados en la vivienda de la Calle Escalante –.

Interiores

+ Cenefas a la altura del zócalo o cornisa.

+ En techos y cúpulas.

 

Vivienda de la C/ de los Ángeles, 5.
Fuente: Eva Bravo

 

3. EJEMPLOS DEL CABANYAL

MOLDURAS

Parroquia de Cristo Redentor (C/ de la Reina, 96)

Situada entre dos edificios que la ganan en altura, encontramos paseando por la calle de la Reina, la fachada de esta original parroquia. Fundada a mediados del s. XIX, este edificio neogótico está fechado en torno al 1900. Su estilo la convierte en un caso singular en el barrio, en el que uso de las molduras le otorgan ese aspecto que la acercan al gótico flamígero.

La fachada es de composición sencilla, con dos puertas enmarcadas por arcos conopiales decorados con motivos vegetales y rematados con cruces florales. En la parte central hay un rosetón con tracería calada, también rematado por un arco conopial decorado. La parte superior está rematada por un perfil escalonado en el que se insertan arcos trilobulados apuntados, cubiertos por tejadillos de ladrillo rojo. Desde los flancos se elevan dos pináculos también con motivos vegetales.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

La parroquia participa activamente en la Semana Santa Marinera de Poblats Marítims, una de las principales señas de identidad sociocultural de estos barrios y declarada, por ello, Patrimonio Cultural Inmaterial.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

“La Fabriqueta”. Edificio ecléctico de la calle Pintor Ferrandis, 34.

Este edificio de viviendas es uno de los más conocidos del barrio, desde que fue construido en 1927. Con gran profusión de elementos ornamentales, no sigue una lectura literal del eclecticismo neobarroco regionalista que fue popular en la València de los años 20. Es un claro ejemplo de la libre interpretación de los estilos arquitectonicos en el Cabanyal-Canyamelar.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

Con fachadas a tres calles disitintas, la principal mira a la calle del Pintor Ferrandis y está estructurada en tres partes: la central, más estrecha, con una puerta principal enmarcada con motivos vegetales, volutas y escudo central. Sobre esta se levanta un balcón circular con balaustrada, con un vano también recercado con acróteras con forma de jarrón. Por encima, vemos un nuevo balcón circular con barandilla de hierro; y finalmente, un remate con cornisa múltiple, coronada por un jarrón. A partir de este elemento central se despliega el resto de la fachada, repitiendo un mismo esquema compositivo de balcones adintelados en las dos primeras plantas, y arqueados en la última. Pero lo más característico son las esquinas redondeadas y sus dos miradores con grandes ventanales divididos por pilastras. Y arriba del todo, unos arcos de medio punto enmarcados por columnas ojivales y frontón con ojo central, rematan el conjunto.

 

Fuente: Catálogo de Protecciones del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar. Ajuntament de València. Fuente de las imágenes: Eva Bravo

 

PINTURAS

Reloj solar de la Casa dels Bous

El reloj de sol en forma de U, situado en uno de los laterales de la Casa dels Bous, se realizó ya en el año 1895, con la puesta en funcionamiento el edificio. Se ubicó en la planta superior de la fachada sur, siguiendo una orientación hacia el suroeste. Según las fuentes orales, en el lado norte se pintó otro reloj de sol que no tuvo éxito, debido a su orientación.

La numeración en números romanos está pintada sobre un fondo azul marinero; y el gnomon está colocado sobre un fondo amarillo astral. Con el movimiento del sol, indica las horas y medias horas abarcando un ciclo de doce horas (desde las 6:30 hasta las 18:30). Sobre la vareta del gnomon, la fecha de 1895.

A pesar del largo proceso de degradación de la Casa dels Bous, en 2011 se pudo recuperar el reloj con los trabajos de repintado y se ha convertido en uno de los símbolos del Cabanyal.

 

Fuente de la imagen: Catálogo de Protecciones. Plan Especial Cabanyal-Canyamelar. Ayuntamiento de València

 

Calle de los Ángeles, 25

Este edificio de viviendas llama la atención por las molduras con forma de cabezas de león que encontramos en su fachada. Otra, en forma de escudo, nos informa de su fecha de construcción: 1889.

Gracias al proceso artístico realizado durante los años 2007-2008 por las artistas Patricia Gómez y Ma Jesús González, podemos atravesar la frontera que supone la fachada, para descubrir las pinturas de sus habitaciones. Con su registro, comprobamos la intención en diluir lo público y lo privado en las viviendas del Cabanyal. En sus fachadas se proyecta el gusto por la decoración y ornamentación de los espacios interiores, sobre todo en las estancias que ocupaban la vivienda del piso superior. En la planta baja, las grandes puertas daban acceso a los comercios relacionados con la actividad que generaba el antiguo mercado del Cabanyal – ubicado en la actual plaza del Doctor Lorenzo de la Flor–.

 

Archivo Cabanyal (2007-2008). Patricia Gómez y M.J. González. URL

 

Fuente: Imagen izquierda, Eva Bravo. Derecha, Archivo Cabanyal (2007-2008) Patricia Gómez y M.J. González. URL