El Palacio fue concebido como arquitectura efímera a principios del siglo XX con motivo de la Exposición Regional de 1909, celebrada en Valencia. Según Francisco de Mora, el edificio está inspirado en los monumentos que posee Valencia de su época de mayor esplendor, modelos de arte ojival que los ciudadanos valencianos admitirán como propios.
Configuración original
El Palacio, es un edifico singular de cinco fachadas, y dos plantas organizadas alrededor de un patio. Se sitúa en la esquina de la manzana compartida con otra edificación construida para la Exposición, el Antiguo Asilo de Lactancia. El edificio se desarrolla en dos sectores, el ala noble o cuerpo principal, que ocupa todo el frente de la Plaza de Galicia, y la otra zona que ocupa el resto del solar y se organiza en torno a un amplio patio. Ambas partes están rematadas a las esquinas extremas por una torre cuadrada y se articulan en el chaflán mediante la torre octogonal.
La zona noble está integrada por un semisótano y dos plantas de gran altura con terraza, junto con el remate de las torres por encima de la cubierta. Una amplia escalinata que ocupa tres de los cinco arcos desde la fachada principal, conduce únicamente a la planta superior. Esta iluminada mediante un lucernario de vidrios de color emplomados y se adorna con un lienzo de la época, obra de José Genovés. En la planta noble se encuentra el salón de recepciones, con cristaleras que dan en la plaza de Galicia, artesonados de escayola, suelo de mosaico de nolla y zócalos de azulejo. Contaba con luces e incluso con su propio mobiliario, diseñado para la ocasión en el estilo medieval del Palacio.
La antigua Prisión de Mujeres de Valencia es un edificio situado entre el Paseo de la Petxina y la calle Castan Tobeñas. Actualmente, es el Colegio 9 de Octubre.
El proyecto es de José María Belda, uno de los arquitectos más importantes del último tercio del s. XIX que construye la mayor parte de los edificios públicos del periodo. El más importante de todos ellos es el de la Prisión Modelo.
Empieza su construcción en 1889, sobre un solar de planta cuadrada de más de 200 metros de lado, situado más allá de las alineaciones del ensanche, y se declara finalizada en 1901. Construida bajo el funcional esquema panóptico, cerrada por un muro perimetral con garita en los cuatro ángulos, que basaba su efectividad en el aislamiento del preso que incluso en sus paseos al patio se ve privado de la comunicación con el resto de los reclusos.
El edificio se crea siguiendo la tendencia del momento de arquitectura y funcionalismo, en el cual Joaquín María Belda adopta un sistema de prisión desarrollado en Filadelfia (Cherry Hill), en 1825, con un sistema de planta radial. Esta tipología edificatoria no modular, en la cual prevalece la función de vigilancia, tiene buenos ejemplos a lo largo del siglo XIX, en todo el mundo.
Antiguo convento de Franciscanos, fundado por Alfonso III el Magnánimo en 1428.
En una parcela irregular de 16.000 m2 se implantan varias edificaciones que dejan toda una serie de espacios abiertos articulando el conjunto. En el ángulo formado por las calles Gaspar Aguilar y Beato Nicolás Factor, se sitúa el núcleo conventual primitivo, formado por la iglesia y las dependencias organizadas en torno a un claustro. En el costado noroeste se implanta un bloque lineal de dos alturas que alberga un centro de salud. En disposición ortogonal a este, de manera aislada y junto al extremo sur, aparece otro bloque lineal que actualmente alberga el archivo de la diputación.
La iglesia tiene planta de cruz latina con cabecera recta y vuelta de cañón con lunetos sobre la nave, mientras que las capillas laterales se cubren con bóvedas vaídas. En el crucero, cúpula sobre conchas. En el interior, destacan los frescos que decoran la exedra del sagrario, obra de Vicente López, que representan pasajes de la vida del Beato Nicolás Factor, la capilla sepulcral del cual estuvo en esta iglesia.
A raíz de la Desamortización, el convento fue habilitado como fábrica de hilaturas y posteriormente adquirido por la Diputación y destinado a Manicomio Provincial. Una vez trasladado el Manicomio, el edificio se destina a usos administrativos de la Diputación Provincial (Archivo de la Diputación), de la Consellería de Sanidad (Centro de Salud), del Ayuntamiento (Junta Municipal) y de la Generalitat (Centro de atención primaria).
Los palacios debieron de ser residencia de los Exarch, familia noble del mundo del comercio, como testimonia la referencia, en documentos reales, a la recomendación del rey Alfonso el Magnánimo hacia miembros de esta familia para el comercio entre los reinos de Valencia y de Granada (seda y otros tejidos granadinos).
El origen de la construcción es incierto, la presencia de la familia Exarch en Valencia se remonta al s. Xlll. Las primeras construcciones, o adecuaciones de los inmuebles como palacios, podrían datar del s. XlV probablemente una única casa señorial en origen, vinculada a la familia Exarch y posteriormente dividida en diferentes viviendas. Probablemente en estas casas se instaló Ignacio de Loyola en su visita en Valencia en 1535 y esa es la razón por la cual la capilla construida en el siglo XVII está dedicada a este santo.
El conjunto estaba formado por cinco palacios de similares características, originalmente al parecer formaron un bloque único, pero esa situación debió de ser modificada en el transcurso del tiempo, quedando los números 9 y 11 independientes. Posteriormente el número 11 fue derribado y actualmente el espacio que ocupó está edificado quedando tan solo el grande portalón de entrada como único recuerdo del antiguo palacio y el número 9 es un convento de las Trinitarias Capuchinas, remodelado en 1978.
Los números 3, 5 y 7 que actualmente están en desuso forman en la actualidad una construcción unitaria. En el exterior es difícil percibir la unidad, puesto que los tres edificios están claramente delimitados, en cambio, en el interior la distribución es la de una gran casa.
Gran chalé de planta poligonal irregular construido en 1920, compuesto de una vivienda por planta, escala lateral de tres tramos en 2.ª crujía, ventilada por montera, vestíbulo simple y sin patios. Las cubiertas son de teja. La fachada tiene tratamiento diferencial de vacíos, según altura y pluralidad de ejes de simetría, que afectan a tramos reducidos de fachada, no a la totalidad.
En la primera planta casi todos los vacíos son arcos de medio punto o carpaneles, habiendo amplias balaustradas en torno al basamento del torreón, que se repiten en la segunda planta, y se le añaden otras nuevas, más un gran mirador entre columnas, que da al jardín, lo cual jerarquiza a esta planta sobre las otras. En la tercera planta, que da a la Calle Sorní, hay una logia con vacíos entre pilastras y remate de crestería. El torreón tiene en su última planta vacíos horizontales tripartitos por pilastras. En sus siete fachadas visibles está coronado como el cuerpo principal de la edificación por un gran alero de madera con caños. De lenguaje Neoplateresco, con uno de sus costados medianeros de edificación purista, y los otros, excepto el que da en la Calle Sorní, dan al jardín. Son de destacar la construcción de la fachada en mampostería con enlucido liso, en la cual son de especial interés la ornamentación y la composición de esta: siete elementos Neoplaterescos en el tratamiento de vacíos, que están generalmente rebuscadas por pilastras, sosteniendo tabernáculos.
Otros elementos apreciables arquitectónicamente son el vestíbulo de acceso a las viviendas y la escala interior. Cada planta consta de una única vivienda.
El jardín está cerrado por una verja de forja, también de forja sobre zócalo de piedra, con grandes pilares intermedios de fábrica.
El edificio construido en 1903, por el arquitecto Francisco Mora Berenguer y que consta de planta baja, entresuelo y cuatro plantas piso.
El lenguaje utilizado es modernista que se caracteriza por una composición tripartita diferenciando base, cuerpo y remate y una rica decoración con elementos propios del modernismo (formas orgánicas, elementos florales…), libertad formal en el diseño de los vacíos (adintelados, de medio punto, escarzanos), incorporación de nueces y varios materiales y uso de técnicas tradicionales y artesanas.
El color en esta tipología se caracteriza por la introducción de una mayor riqueza cromática derivada de policromías asociadas al uso de nuevos materiales.
El uso original era residencial en las plantas piso y locales comerciales, en planta baja y/o entresuelo.
Generalmente en la actualidad, suelen destinarse a residencial en plantas piso y usos terciarios en planta baja y/o entresuelo, aunque también podemos encontrar casos, en los cuales el edificio alberga otros usos.
El edificio fue construido en 1902 por el arquitecto Francisco Mora Berenguer.
Se sitúa en el eje viario de la calle la Paz. Se trata de uno de los espacios más representativos de la ciudad implantándose las nuevas corrientes estéticas de finales del XIX: Modernismo y Eclecticismo.
Edificio residencial plurifamiliar, producido a principios del siglo XX, asociado a zonas de reforma urbana que le permiten el aumento del tamaño generalizado de todas las variables: altura, tamaño, parcela, número de viviendas por edificio.
Consta de planta baja, entresuelo y cuatro plantas piso. El lenguaje utilizado es modernista, que se caracteriza por una composición tripartita diferenciando base, cuerpo y remate y una rica decoración con elementos propios del modernismo (formas orgánicas, elementos florales…), libertad formal en el diseño de los vacíos (adintelados, de medio punto, escarzanos), incorporación de nueces y varios materiales y uso de técnicas tradicionales y artesanas. El muro de fachada, atendiendo su tipología, es de baldosa maciza con diferentes tipos de revestimiento: revoco colorido mate liso o almohadillado, baldosa fingida, baldosa vista, piedra, esgrafiado.
El uso original era residencial en las plantas piso y locales comerciales, en planta baja y/o entresuelo.
Este refugio tenía la función de acoger en su interior a los obreros de la fábrica y protegerlos de posibles ataques con bombas procedentes de los aviones o barcos del ejército nacional. La razón de estos ataques se explica porqué durante el episodio bélico los hornos de Bombas Gens abandonaron su producción inicial de piezas para maquinaria hidráulica y pasaron a construir material de guerra como granadas de mortero y otros.
Bello jardín de trazado libre, con toques románticos que acompaña a un bello palacete modernista construido en 1900.
El Ayuntamiento de Valencia compró el terreno que actualmente ocupa el Jardín de Ayora y en 1976 empezó las obras de acondicionamiento, restauración y limpieza de un precioso jardín abandonado a su suerte durante muchos años.
Con una superficie de 48.300 metros cuadrados y situado entre las calles de J. Monso, Conserva, Plaza. Organista Cap y Avenida Santos Justo y Pastor pasa en 1987 a ser gestionado y mantenido por la Fundación Pública Municipal de Parques y Jardines Singulares.
Recientemente ampliado, en sus laterales. Situado en una zona tranquila, el jardín tiene un ambiente sosegado y seré, ideal para pasear, destaca su frondosa vegetación, con grandes ejemplares de ficus, jacarandas, falsas acacias, aligustres de China, eucalipto y árboles de la lana.
El conjunto de este jardín está dividido en cuatro zonas muy diferenciadas:
El entorno presidido por el bello palacete de aires modernistas construido en 1900 por el comerciante Don José Ayora sobre el proyecto de Peregrin Mustieles, que hoy alberga un Espacio Cultural de la Universidad Popular. El antiguo jardín anexo al palacete, una zona nueva, abierta y funcional de reciente construcción. La nueva zona de la estación del metro Ayora.
Edificio de viviendas adscrito al modernismo de la «Sezesión Vienesa». Obra del arquitecto Vicente Ferrer, fue realizado por encargo de su padre para su familia y para él mismo.
Consta de planta baja, piso principal y dos plantas más de viviendas. Tiene estructura de muros portantes con arcos de descarga y viguetas metálicas. La escalera, que ventila por ventanas al patio de luces y montera superior se sitúa en el chaflán y sirve a dos viviendas por planta.
Las viviendas tienen cocinas ventiladas a patio a través de galerías acristaladas y presentan la novedad de tener aseos recayentes a fachada. En la zonas nobles hay decoración modernista a base de zócalos de madera, frisos y escayolas. Los pavimentos son hidráulicos y de nolla.
En el centro de la ciudad, al lado de la Basílica y en frente de la Catedral, se encuentra la Casa Vestuario. La Casa Vestuario se construyó con la finalidad de proporcionar a magistrados y personalidades públicas una antesala laica inmediata al recinto de la Catedral en fechas de solemnidad religiosa. La obra concluyó en el año 1800.
El proyecto fue realizado por José García, arquitecto mayor de la ciudad, pero a causa de su prematura muerte, fue finalmente ejecutado por Cristóbal Sales. De planta irregular a causa de su ubicación en esquina, su fachada principal recae a la calle del Miquelet.
De estilo neoclásico, el edificio presenta tres plantas. En la planta baja destacan los accesos adintelados con cornisas voladas que sustentan el balcón corrido mediante ménsulas. Este cuerpo es de piedra almohadillada. La planta principal, realizada en ladrillo cara vista, presenta en sus ángulos cadenas de sillares, igual que los huecos. En esta planta se abren al balcón tres ventanales rematados con frontones semicirculares en las dos aberturas laterales, mientras que el central se remata con un frontón triangular. Sobre la abertura central se sitúa el escudo de la ciudad con alegorías alusivas a la prosperidad de València. La tercera planta, también de ladrillo, se ordena con sencillas ventanas rectangulares, alféizar de las cuales está sustentado por ménsulas.
Situada en la calle de la Guardia Civil, esta casa data de principios del siglo XX siendo la casa de campo residencial de la familia Martí, una familia burguesa, que utilizaban este chalet como casa de veraneo.
Durante la guerra civil, la casa se utilizó para evacuados de la guerra. Llegó a haber 60 personas protegidas allí. Disponía de un amplio refugio que cada vez que se escuchaban bombas se utilizaba sin pensar.
Junto a la casa, fue construida una fábrica de la cual también eran dueños los Martí y de la cual actualmente queda el testimonio único de la chimenea que hay a pocos metros de la casa. Se trataba de una fábrica de conservas de verduras, sobre todo tomate, en la cual había muchos trabajadores. Funcionó hasta 1956. La casa fue utilizada hasta 1980.
Este chalet es hoy en día un edificio de uso público, conocido como Chalet Martí, por el apellido de sus últimos propietarios. Allí se encuentra la Junta Municipal de Exposición, donde se realizan varias gestiones administrativas correspondientes a los distritos 6, 14 y 15 de Valencia.