Datos básicos

Dificultad:

baja

Duración:

3 horas

Punto de partida:

Torres de Serranos

Punto de llegada:

Palau de la Generalitat



Esta ruta recorre alguno de los monumentos más destacados de nuestra arquitectura civil y religiosa. Iglesias de origen ancestral, museos, espacios culturales y palacios centenarios saldrán constantemente a nuestro paso en este recorrido cargado de tradición, de espectacularidad monumental y de sabor popular.

Partimos desde las inmediaciones de las Torres de Serranos, en pleno casco viejo de Valencia, distrito de Ciutat Vella.

Después, cruzaremos el antiguo cauce del río Turia, hoy conocido como Jardín del Turia, para visitar algunos de los lugares más representativos de esta ruta patrimonial, y finalizar en la Calle Caballeros.

La mayor parte de este recorrido transcurre en el archipopular Barrio del Carmen y sus proximidades.


La primera propuesta de nuestra ruta tiene como epicentro la Plaza de la Crida. Desde allí, bajo las Torres de Serranos, vamos a emprender el camino hacia nuestro primer destino: cruzaremos el puente del mismo nombre, por encima del Jardín del Turia, para llegar a la Iglesia de Santa Mónica, del S. XVIII. Esta iglesia formó parte de un antiguo convento de agustinos y ha experimentado distintas restauraciones a lo largo de su historia.

Si seguimos el margen del antiguo río en dirección a Los Viveros, en 5 minutos llegamos al Monasterio de la Trinidad, Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, una excelente muestra  arquitectónica del gótico mediterráneo que alberga en su interior diversas joyas artísticas que se pueden visitar mediante reserva previa.

Dejando atrás este monasterio, a tan solo un par de minutos encontramos el Museo de Bellas Artes de Valencia, uno de los mejores de España, referencia ineludible en lo que se refiere a pintura valenciana antigua. Algunas de sus joyas más representativas llevan la firma de Velázquez, Pinturicchio, Pinazo, Sorolla, Murillo, José de Ribera…

Tras esta gratificante inmersión artística, cruzamos de nuevo el antiguo río, esta vez por el Puente de la Trinidad, construido entre 1401 y 1407, de estilo gótico,  uno de los más antiguos de la ciudad y el primero realizado en piedra. Nos dirigimos al Colegio Gran Asociación (antiguo Salón de Racionalistas) y para llegar hasta allí volvemos a pasar por delante de las Torres de Serranos y continuamos por la Calle Banquerías. Este fue un local dedicado a la beneficencia, que fue construido en el S. XIX basándose en el racionalismo constructivo.

Volvemos a nuestro trayecto por la Calle Blanquerías y nada más entrar en el Paseo de la Pechina encontramos la Casa Museo Benlliure, dedicada a una de nuestras mayores glorias artísticas, la familia Benlliure. El edificio alberga la colección de la familia y reproduce fielmente el ambiente en el que vivió toda esta saga de artistas valencianos, entre los que destacó el escultor Mariano Benlliure y su hermano, el pintor José Benlliure.



Nos internamos por el barrio, a través de la Calle Salvador Giner en dirección a la Plaza del Carmen. Antes de llegar encontramos la Iglesia y Antiguo Convento del Carmen (S. XV-XIX), de una rica diversidad artística en la que confluyen una capilla medieval, un claustro gótico, un claustro renacentista y un campanario barroco, entre otros elementos. Hoy en día acoge el Museo del S. XIX.

Enfrente de la iglesia, ya en la Plaza del Carmen, nos espera la fachada neoclásica del Palacio de Pineda, construido en el S. XVIII. Fue la antigua residencia del Intendente General Pineda y ese es el nombre que todavía perdura. Desde 1980 es propiedad de la Generalitat Valenciana y hoy en día es la sede en Valencia de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Desde allí, subimos por la calle Roteros y doblamos a la derecha para encontrarnos una muestra descarnada de nuestro pasado más reciente: el refugio antiaéreo de la Calle Serranos de 1937, rehabilitado y reconvertido en un espacio expositivo cultural.



Desde este punto, siguiendo la Calle de Serranos en dirección hacia el antiguo cauce del río, llegaremos hasta las Torres de Serranos en menos de un minuto. Se construyeron en el S. XIV. Gracias a su utilización como prisión, se conservaron íntegras  y sobrevivieron a la destrucción de la muralla que se llevó a cabo en el S. XIX. Lo mismo ocurrió con las de Quart, la otra puerta del recinto amurallado cristiano que se conserva hoy en día.

Te proponemos regresar a la Calle Serranos y adentrarnos en el casco antiguo. Enseguida llegaremos a la Plaza de Manises, donde encontramos dos palacios que vale la pena reseñar: el Palau de Baylía, del S. XV, que hoy en día acoge la sede de la Diputación Provincial de Valencia, y el Palau Marqués de la Scala, del S. XVI, que mezcla el estilo de gótico valenciano con aportaciones posteriores del renacimiento y del barroco.

Enfrente del Palau de Baylía se ubica la Torre de San Bartolomé Apostol, del S. XIII. Es el único elemento que se conserva de la iglesia del mismo nombre, una de las primeras que se construyeron en la ciudad.

Siguiendo nuestro camino, enseguida llegaremos a nuestro último punto de destino. En el cruce de la Plaza de Manises con la Calle de Caballeros, muy próximo a la Plaza de la Virgen se encuentra el Palau de la Generalitat Valenciana, edificio de estilo gótico tardío valenciano, construido en 1421. A lo largo de su historia ha sufrido diversas modificaciones, las más reseñables las de estilo renacentista. Todo un símbolo de nuestro pueblo, que alberga a las más altas instituciones autonómicas.