Datos básicos

Dificultad:

baja

Duración:

60 minutos

Punto de partida:

Explanada de la Iglesia de los Santos Juanes (Iglesia de San Juan del Mercado)

Punto de llegada:

El jardín de La Lonja



Se recomienda, aunque no es necesario, usar prismáticos para observar algunos detalles.

El triángulo que conforman tres de los edificios más señeros de nuestra ciudad, La Lonja, el Mercado y la Iglesia de los Santos Juanes, conforman el muestrario de un auténtico zoológico de piedra y metal, un sitio en que la escultura muestra la naturaleza, de modo real unas veces, y con la fantasía de la iconografía medieval, cuya tradición remite a los bestiarios, en otras ocasiones.

La ruta toma el nombre de la puerta norte de la Lonja, que lleva tal nombre, y del Mercado central, primer mercado de España por su variedad y bella arquitectura que es, sin duda, una invitación para el pecado de la gula.

Debemos la idea al escritor Vicente Muñoz Puelles, pues su libro “Los animales de la ciudad” fue el punto de partida para la elaboración, por parte del Museo de Ciencias Naturales, de estas rutas para descubrir la fauna oculta en las paredes de los edificios y monumentos de la ciudad.


Está rematada por una veleta con un águila que sujeta de su pico un tintero y una pluma. Se trata del célebre pardal de Sant Joan, motivo de chistes, leyendas y chascarrillos que han poblado el imaginario colectivo de todos los valencianos. En la fachada de la iglesia, podemos ver los atributos zoológicos de cada uno de los santos titulares de la iglesia, el cordero, símbolo de San Juan Bautista y el águila de San Juan Evangelista. En el centro del remate, justo debajo del reloj, tenemos la alegoría del Cordero místico, o Agnus Dei. En la iconografía cristiana el Cordero Místico es el símbolo de Cristo, sacrificado por la redención de los hombres y rememora la tradición judía del sacrificio del cordero por la Pascua.

San Juan Evangelista está representado por su emblema iconográfico, el águila, que en heráldica significa fuerza, poder y respeto. Parece que un águila le acompañaba mientras escribía el evangelio en la isla de Patmos, como podemos ver ilustrado en el medallón de la puerta actual de entrada.

Esta iconografía se repite en todo el edificio.



Desde que se construyó en 1914 la cotorra del Mercat, veleta que se sitúa en el centro del edificio ha sido motivo de historias y leyendas que recoge Blasco Ibáñez en “Arroz y tartana”.

La cotorra, que en realidad es una cacatúa, está muy presente en las leyendas de la ciudad, siendo protagonista de numerosos chistes y frases ingeniosas de doble intención. Posiblemente la cotorra se instaló en el edificio para hacer alusión al Mercado como lugar de parloteo, chismes y mentideros de la ciudad. También tiene una acepción de fuertes connotaciones sexuales en el lenguaje popular. Además de esta veleta tenemos otra con un pez espada que corona la parte del mercado donde se vende el pescado.

Anexo al edificio central está la conocida Llorgeta, edificio que sirvió para albergar la parte administrativa del Mercado. Sobre el balcón de la puerta, hay un escudo soportado por dos leones de piedra caliza y en las ménsulas de las jambas de las ventanas aparecen perros y pavos reales. Los perros parece que simbolizan en este caso la lealtad y el pavo real simboliza la belleza, la inmortalidad y la sabiduría. También hay otra veleta rematando el edificio de la Llotgeta con la representación de un dragón.



Edifico gótico del siglo XV construida por Pere Compte. Es el ejemplar de gótico civil más importante de Europa. La rica iconografía, llena de simbolismo religioso, mágico y esotérico, está llena de animales con una clara influencia de los bestiarios medievales. Los animales que se representan son alegorías de vicios, pecados y también virtudes y algunos de estos animales también tienen relación con el ocultismo, la brujería y otros de significado confuso.

También es abundante la representación de plantas. Para la interpretación hemos utilizado los trabajos de Salvador Aldana, reconocido especialista en la iconografía de la Lonja.

En la puerta del Oeste, que es la que está frente al Mercado Central, se muestra un variado conjunto de animales que, según la simbología Medieval y Renacentista tendrán diverso significado. Entre ellos destaca los perros que, además de fidelidad, también tienen otra interpretación, como es la envidia y la lujuria. El león es símbolo de la resurrección y de la fuerza. El cerdo, es un animal inmundo que representa el pecado. En las puertas aparecen a cada lado de las jambas dos grupos de cinco patos, que parecen estar asociados a la gran madre y el descenso a los infiernos. La serpiente representa la muerte. El águila, representa la resurrección, la fuerza y el poder. El caracol representa la pereza y la tortuga a la sabia lentitud y reflexión.

En la puerta del Este, encontramos cuatro jarrones con plantas entremezcladas: el laurel, que significa la virtud; la hiedra y la palma, la gloria; y el mirto, que es el símbolo de Venus. Entre una variada muestra de vegetación, en las cenefas que adornan la fachada, asoman diversos animales y hombres.

En el interior, la puerta que da acceso al jardín, se le conoce como la puerta de los vicios o de los pecados y hay una representación de abundantes animales como símbolos de las debilidades humanas. El pájaro es símbolo de la lujuria, el perro es un animal lujurioso e indigno, la liebre también es símbolo de la lujuria, el mono es símbolo de la lujuria y la serpiente es una caracterización del mal.

En la puerta que da acceso a la torre, encontramos una inquietante escena de una mujer amamantando a una arpía y encima de ella hay dos lechuzas que representan la muerte y también la sabiduría.
En la capilla, en los capiteles de las columnas adosadas a la pared, están los animales que representan a los evangelistas, el toro por San Lucas, el águila de San Juan y el León de San Marcos.

En la puerta que da acceso al Consolat del Mar, encontramos una curiosa representación de una rana flautista y, bajo el escudo, entre un abundante follaje, asoma un lagarto de una preciosa factura. Parece ser que esta iconografía fue añadida en épocas posteriores a la construcción del edificio.
En el jardín vemos unas interesantes ménsulas con dragones, un hombre luchando con león que representa a Sansón del Antiguo Testamento, animales reales y fantásticos y hombres a caballo.

Otro capitulo aparte merecen las gárgolas.

Destacan en el jardín un hombre con casco empujando a un enorme caracol, una mujer que tiene en sus brazos un mono y un hombre que sale de la boca de un gran pez, que parece una alusión a la leyenda de Jonás y la ballena. En las fachadas, podemos ver en las gárgolas de la puerta Sur, un águila que sujeta entre sus patas un murciélago. En la fachada de plaza del Mercado, vemos un hombre abriendo las fauces de un león.

Os invitamos a completar este animalario gótico buscando más animales para conocer mejor este Museo de Ciencias Naturales en piedra que nos legaron los maestros canteros en la mejor muestra de arte gótico civil