La fiesta de las Fallas es la fiesta grande de la ciudad de Valencia y tiene un fuerte arraigo popular, puesto que son los ciudadanos de toda condición organizados en comisiones falleras (más de 345 en la ciudad) los verdaderos protagonistas de la fiesta. Esta se regula desde la Junta Central Fallera, organismo autónomo municipal, y también participan miles de personas, visitantes y turistas, que generan un gran movimiento festivo de masas y un importante impacto en la economía de la ciudad.

Las Fallas se remontan tanto a los monumentos satíricos y burlescos que los vecinos ya erigían a mediados de siglo XVIII como las hogueras que se encendían alrededor de las alquerías de l’Horta. Con el tiempo la fiesta fue institucionalizándose y haciéndose más compleja y grande, hasta que en los años veinte del pasado siglo apareció la Semana Fallera, y más adelante las secciones falleras o el cargo de fallera mayor de Valencia, además de nuevos y multitudinarios cortejos como la recogida de premios, la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados o les mascletades.

Los monumentos falleros o fallas, auténtico epicentro de la fiesta, eran en principio realizados por los mismos vecinos, pero desde los años treinta del siglo XX se fue desarrollando una auténtica industria de construcción de fallas a cargo de los artistas falleros, que han mantenido año tras año un oficio único, en qué es necesario el control de una gran cantidad de saberes artísticos, y que ha dado nombres muy reputados al arte valenciano. Los artistas falleros se agrupan en el Gremio Artesano de Artistas Falleros y su principal referente es la Ciudad del Artista Fallero, en el barrio de Benicalap, donde se ubica el Museo del Artista Fallero. Hoy en día los artistas dominan multitud de técnicas y variedad de materiales constructivos, con los cuales construyen las fallas y los muñecos que las componen. Desde 1934 se elige un Ninot indultado en la Exposición del Ninot que, una vez salvado de las llamas, pasa a formar parte del Museo Fallero, un museo único en el mundo situado en el barrio de Montolivet, que recoge una colección de Ninots grandes e infantiles que puede ser admirada por los turistas y ciudadanos durante todo el año.

Las Fallas empiezan oficialmente con La Crida desde las Torres de Serranos, y ya avanzado marzo empieza la larga plantà de las fallas de sección especial, a pesar de que formalmente la plantà de las fallas infantiles es el día 15 por la mañana y la de las grandes la noche de este mismo día. El día siguiente pasa el jurado que dictamina los premios a otorgar, que recogen las comisiones durante dos jornadas. Con todo, destaca por su emotividad la Ofrenda de Flores a la Geperudeta (Virgen de los Desamparados), capaz de movilizar a más de 100.000 falleros. Paralelamente se suceden las actividades festivas más variadas en las demarcaciones de las comisiones falleras y sus casales, que ofrecen una activa vida cultural durante todo el año. Les mascletades de la plaza del Ayuntamiento pautan el ritmo de los días festivos y, como los castillos de fuegos artificiales, congregan enormes multitudes de amantes de la pólvora, la cual también tiene otras manifestaciones interesantes como la despertà o el correfoc. Las Cabalgatas del Ninot, Infantil y del Fuego completan un programa apretujado de fiesta a la calle, tanto diurna como nocturna. El 18 de marzo de madrugada, la Noche de Fuego estalla con una espectacular demostración de fuegos artificiales.

El 19 de marzo es el día de San José, el día grande de la fiesta. Por la mañana tiene lugar la ofrenda floral al patriarca y las comisiones agotan sus últimos pasacalles, que culminan con les mascletades o tracas en cada demarcación. Por la tarde, la Cabalgata del Fuego, en la cual desfilan pandillas de diablos que traen el fuego de La Cremà, da lugar a las últimas horas de la fiesta, que culmina en La Cremà, primero de las fallas infantiles y después de las grandes, en medio de un auténtico festival popular de pirotecnia. El año 2016, las Fallas fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.