Riurau del Fondo

Este riurau es la única muestra de esta arquitectura en la comarca de l'Horta Nord y probablemente el más grande de la Comunitat Valenciana. Tiene catorce metros de profundidad a dos aguas, orientación este-oeste y apertura de catorce ojos en arco en cada una de sus dos caras, y dos ojos, también en arco, en cada una de sus caras laterales. La estructura está construida en baldosa con techo de teja sobre cañizo y data del siglo XVIII.

A finales del siglo XIX se consigue un amplio patio en la zona oeste mediante la construcción de otros tres riuraus menores. En 1915 se ciegan los ojos interiores y el riurau se utiliza como almacén de productos de secano, posteriormente se volvió a utilizar para el secado de la uva pasa gracias a una revitalización del comercio de este producto.

En una rehabilitación parcial realizada en 1940 se sustituyó en algunas zonas el cañizo por baldosa. Manuel Porres, propietario del Teatro Trianon Palace, más tarde Teatro Lírico de Valencia, incorporó al riurau unas columnillas de hierro procedentes del teatro, cuando este fue transformado en cine en los años 1940. Los ojos externos de los dos extremos han sido cegados y se utilizan las salas resultantes como habitáculos y almacenes. El suelo continúa siendo el originario, de baldosa estriada, y se conservan numerosas bases de la seranda, en las cuales se colocaban las varas para las velas. También se conservan diferentes instrumentos relacionados con las labores del campo, algunos de ellos de gran valor etnológico.

El riurau primitivo se utiliza en la actualidad para albergar estos instrumentos con valor etnológico; los extremos, cegados, son utilizados con fines variados por los pastores y para la preparación de las visitas guiadas que realizan los colegios. El patio y los riuraus posteriores se utilizan en la actualidad para la cría de la oveja Guirra o “de morro rojo”, la única oveja autóctona de Valencia, que estaba en peligro de extinción; de las 4173 existentes en 2007, más de 2000 estaban en el Mas del Fondo.

La alquería es una construcción grande, de gran solidez, que conserva elementos que demuestran el carácter defensivo que debió de tener en algunas épocas. La alquería original ha sido datada a finales del siglo XVIII. La parte posterior fue derribada y se construyó a comienzos del siglo XX un chalé, que ha sido posteriormente modificado.

A pesar de las modificaciones indicadas, el riurau primitivo se encuentra en un excelente estado de conservación, es de una inmediata lectura y sería muy fácil recuperar los ojos cegados. El hecho que se le haya dotado de un patio interior gracias a la construcción de nuevos riuraus, y sobre todo el que esté en uso en la actualidad con una función etnológica y medioambiental relevante, así como la conservación de la alquería, en muy buen estado, y el que esta también mantenga actividad productiva, confieren un valor añadido al edificio del riurau, que ya por sí mismo es merecedor de ser declarado BIC.