Los acompañantes del rey Jaume I que vinieron a conquistar Valencia desde la serranía de Teruel se instalaron en esta zona de la ciudad, dando nombre a este Puente, así como a la puerta de la muralla y a la calle posterior. Es el más antiguo de los puentes existentes sobre el río Turia y su aspecto actual procede de 1518, cuando la “Fábrica Vella de Murs i Valls” dispuso la reedificación del existente que había sido arrastrado por las aguas del Turia el año anterior y que previamente había sustituido al puente árabe de el A-Qantara. Construido en piedra, bajo la dirección del “cantero” Juan Bautista Corbera, posee rampa escalonada de acceso a la cama, actual Jardín del Turia, y está formado por nuevo arcos escarzanos con rompeolas, tajamares y pretiles. De 2005 a 2009 fue Restaurado bajo la dirección del arquitecto Ignacio Bosch.

 

 

No hay que comprender la estructura y disposición de los llamados “puentes históricos” sin establecer su imprescindible vinculación con el trazado y estructura de la ciudad. Los puentes superaban la cama del Guadalaviar y articulaban las relaciones entre los territorios norteños y las principales vías de comunicación interna: el de Serranos con el camino viejo en Sagunto y el Maestrazgo. Fue el segundo de los llamados “puentes históricos” a ser reconstruido en piedra en 1518.

Conocido en la época musulmana como A-Qantara, es decir “el Puente”, esta denominación solía atribuirse a puentes estables usualmente de piedra y de origen romano, pero no hay constancia de estas características en este puente en esa época.

En 1349, coincidiendo con un periodo de fuerte consolidación y caracterización urbana, el Consejo General ordenó que el puente sería construido en piedra para resistir mejor las avenidas del Turia.

Las riadas de 1406 y 1427, pero sobre todo la de 1517 infligieron graves daños al puente, por lo cual un año después, la Fábrica Vella de Murs i Valls dispuso el 22 de Junio de 1518 su reedificación tal como es en nuestros días.

Llegó a tener antes del s. XVIII hasta cinco estatuas, las de San Pedro Nolasco, San Pedro Pascual, Fray Gilaberto Jofré, la reina doña Teresa Gil de Vidaure y Nuestra Señora de la Merced, pero ante la llegada de las tropas napoleónicas, las estatuas con sus casilicios y los alféizares laterales fueron destruidos y lanzados al río como parte de las obras de defensa de la ciudad. Una de las primeras órdenes del mariscal Suchet para el gobierno de la ciudad estuvo dirigida a la Fábrica Nueva del Río con el fin de que recompusieron sin demora los alféizares del puente.

El puente, con 9 arcos escarzanos, tiene 159,7 metros de longitud y 11,2 metros de ancho de tablero.



Datos básicos

Dirección:

Puente de Serranos