Molino-Fábrica de harinas, Avenida del Puerto 129

La entrada se realiza por la Avenida del Puerto a través de un frondoso jardín. Limitado este por un pequeño murete, marca el acceso con dos clásicos pilones. En la parte posterior de la fábrica se cerraba el solar con amplio patio también ajardinado. Otro pequeño patio lateral separa el solar de la fábrica del colindante.

La fábrica realizada de nueva planta a principios de siglo (1910), mantiene las características propias de este sector industrial; las fachadas laterales, se caracterizan por su sobriedad, de dos plantas con pocos vacíos respecto a la amplitud de las aperturas, aunque estos han sufrido múltiples modificaciones, por ejemplo en la fachada que da en la calle Muñiz se han cegado dos grandes puertas con arco de medio punto enmarcadas y unidas por fuerte y clásica moldura (todavía quedan huellas en el menaje). Se mantienen dinteles, algunos vacíos, dejando en otros su original arco rebajado. La pieza principal, la fábrica propiamente dicha, tiene cuatro plantas porticadas y la última con cubierta de dos vertientes.

Mantiene todavía el ritmo severo y repetitivo de los vacíos, algo rehundidos y de arista viva, así como las largas molduras simples que marcan las diferentes plantas; aunque muchos de los vacíos se han modificado o se han cegado. De este volumen de cuatro plantas, el conjunto va decreciente, en sus laterales a tres plantas y hacia la parte delantera con dos plantas, dos pequeñas piezas de una planta son añadidos posteriores.