Capitania de Valencia

El origen de la construcción de la Capitanía se remonta hasta el año 1239 en época de Jaime I, quien concedió a los dominicos construir en este emplazamiento su convento. Como hecho simbólico, él mismo puso la primera piedra del que fuera llamado Real Convento de Santo Domingo de Valencia.

Como edificio religioso, el emplazamiento contaba con espacios propios para las funciones eclesiásticas y además contó con una remodelación importante realizada durante el siglo XIV.

En esta época se amplió el convento con un claustro de arquerías góticas, capillas, el aula capitular y más adelante se construiría una bóveda de grandes dimensiones.

Aparte de muchos elementos religiosos desde el plano decorativo y arquitectónico presentes en su interior, cabe destacar su portada exterior, concretamente la que recae en la plaza de Tetuán.

Se trata de una majestuosa puerta que algunos cronistas identifican que fue diseñada por el mismo Felipe II.

Regresando al interior, destaca de una forma especial el claustro de carácter gótico acompañado de un pequeño y relajante jardín.

Históricamente esta edificación también sirvió como sede de las Cortes Generales del Reino. Incluso sus piedras fueron testigos del enlace matrimonial entre Felipe III y Margarita de Austria.

Fue ocupado por tropas francesas durante la Guerra de la Independencia y recuperado posteriormente por los dominicos hasta el año 1835. En esa época, se decretó la exclaustración de las órdenes religiosas y fue cuando el edificio pasó a ser de propiedad estatal. A partir de entonces sus instalaciones sirvieron como Capitanía General de Valencia.