Datos básicos

Duración:

1 hora

Punto de partida:

Torres dels Serrans

Punto de llegada:

Torres de Quart



Entre las Torres de Serranos y las de Quart, las dos únicas puertas fortificadas que se conservan de la muralla medieval, transcurre nuestra propuesta de ruta por el centro histórico de la ciudad.

Un paseo a pie que nos ocupará aproximadamente una hora en el que disfrutaremos de los principales monumentos y lugares más emblemáticos de Ciutat Vella.


Las Torres de Serranos fueron construidas en el S. XIV. Como las de Quart, se conservaron íntegras cuando se produjo la destrucción de la muralla cristiana en el S. XIX, gracias al uso que se hacía de ellas como prisión. Es un monumento emblemático de la ciudad, desde el que suele hacerse la Crida para las Fallas, el inicio oficial de la fiesta, con la presencia de las principales autoridades. Visita obligada de nuestro centro histórico que desde su zona más alta ofrece unas vistas únicas de la ciudad.

Por la Calle Náquera y la de los Zapateros llegamos en un par de minutos hasta la Plaza de San Lorenzo, lugar de nuestra siguiente parada. Admiramos el Palacio de Benicarló o Palacio de los Borja, del S. XV, mansión aristocrática que mezcla el estilo gótico valenciano y renacentista. Hoy en día es la sede de las Cortes Valencianas.

En la Plaza de Manises, que dista tan solo tres o cuatro minutos de la anterior, y a la que llegamos bordeando la Plaza de la Virgen, se encuentra el Palau del Marqués de Scala, edificio del S. XVI. Aun más antiguo es el Palau de Baylia, del S. XV, que encontramos en la misma plaza y que sirve de sede para la Diputación de Valencia.

Muy cerca de este, en el cruce con la vecina y bulliciosa Calle de Caballeros, se halla nuestro monumento administrativo más significativo. El Palau de la Generalitat Valenciana, la sede de nuestro gobierno autonómico, es un edificio gótico del S. XV que también muestra reformas renacentistas.



Desde este punto ya divisamos la Plaza de la Virgen, la plaza peatonal más grande y popular de Valencia, donde se encuentra la Basílica de la Virgen de los Desamparados, del S. XVII. Este santuario dedicado a la patrona de la ciudad fue construido sobre el Foro romano de la ciudad de Valencia. Es en esta plaza donde se realiza la famosa Ofrenda de Flores a la Virgen durante las Fallas. Sin duda puede ser un buen lugar para reponer fuerzas en alguna de sus atractivas terrazas antes de seguir hacia nuestro siguiente destino.

Junto a la Plaza de la Virgen se encuentra la Catedral de Valencia, sede del Arzobispado, dedicada a la Asunción de María. Fue construida en estilo gótico valenciano y  los siglos le fueron aportando otros elementos del renacimiento, barroco y neoclásico. De su interior destacamos la Capilla del Santo Cáliz y la colección de pintura renacentista italiana.  Su entrada principal barroca o Puerta de los Hierros da a la Plaza de la Reina. Y para llegar hasta ella pasaremos por debajo de su torre campanario del Micalet, una de las construcciones más populares de Valencia que puede visitarse subiendo su famosa escalera de caracol. Allí arriba, a 207 escalones del suelo, nos esperan unas maravillosas vistas de la ciudad.

La Plaza de la Reina es uno de los lugares más concurridos de Valencia, lugar de confluencia de siete calles colindantes. En esta plaza se sitúa el kilómetro 0 de las carreteras radiales de Valencia y es la referencia según la cual se numeran los edificios de la ciudad. Además, destaca por sus concurridas terrazas, sus paradas de autobús, su parking subterráneo y su animada vida social y comercial. Probablemente la plaza más fotografiada de la ciudad, gracias a la presencia del Micalet.

Desde la Plaza de la Reina por la Calle de la Barchilla llegamos al Centro Arqueológico de l’Almoina. Impresiona pensar que este museo se encuentra sobre la antigua plaza romana de Décimo Junio Bruto. Exhibe los restos de las excavaciones arqueológicas que llevó a cabo en este lugar durante dos décadas el Ayuntamiento de Valencia: monumentos, edificios y elementos arquitectónicos antiguos, monedas, piezas de cerámica, etc. Un emocionante recorrido por diferentes etapas de la historia urbana de la ciudad.

Muy cerca de allí está el Almudín, un antiguo almacén de trigo construido en el S. XV que desde 1996 acoge exposiciones artísticas temporales. Antes había funcionado como Museo Paleontológico. Es un edificio gótico muy bello, situado en un entorno de gran encanto.



Otro de los puntos turísticos clave en Valencia es el Palacio del Marqués de Dos Aguas, cuya fachada rococó deja boquiabiertos a la mayoría de visitantes por su extraordinaria riqueza artística. Llegamos hasta este punto recorriendo calles del centro histórico como la de los Venerables y la de Avellanas, en paralelo a la Catedral y la Plaza de la Reina. De esta forma llegamos a la de La Paz y en una de sus calles adyacentes encontramos este palacio. Los amantes de la cerámica no se perderán el Museo Nacional de Cerámica González Martí que se ubica en la segunda planta.

A menos de un minuto, cruzando la Calle Poeta Querol, se alza el Palacio de los Boil de Arenós, en la Calle Libreros, cuya construcción se inició en el S. XIV aunque su aspecto actual corresponde a la reforma efectuada en el S. XVIII. Después de su restauración en 1997 se convirtió en sede de la Bolsa de Valencia.

Damos un paseo desde la Calle Poeta Querol y nos metemos por la Calle Barcelonina. En 5 minutos llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, en la que podemos admirar sus bellos edificios, como la casa consistorial sede del Ayuntamiento, el edificio de Correos, su preciosa fuente de trazado circular, el edificio Rialto (sede de la Filmoteca), etc. En el centro de su explanada se celebran las famosas mascletás, impresionantes espectáculos pirotécnicos, todos los años entre el 1 y el 19 de marzo a las 14h.



Abandonamos la plaza del Ayuntamiento por la Calle María Cristina y en pocos minutos llegamos a la Plaza del Mercado, otro concurrido enclave que destaca por su riqueza patrimonial. La Lonja de la Seda es uno de los edificios más señalados de Valencia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde la calle se pueden admirar los medallones, esculturas y gárgolas que cuelgan de su fachada y, ya en el interior, sus impresionantes y lujosas salas.  La construcción de este monumento simbolizó el gran esplendor del comercio valenciano en su Siglo de Oro.

En esta misma plaza encontramos el Mercado Central, otro icono para los valencianos, construido en los inicios del S. XX. Conmueve la belleza de sus cerámicas y vidrieras, combinadas con las estructuras de hierro forjado en un espectacular conjunto modernista.  Es la superficie más grande de Europa dedicada a la venta de productos frescos de alimentación, un lugar por el que pululan a diario miles de personas entre comerciantes, clientes, turistas y curiosos. En la misma plaza del Mercado hay algunas terrazas en las que podemos tomar algún refresco o picar algo antes de continuar nuestra ruta.

Para llegar a las Torres de Quart podemos optar por un camino más directo recorriendo la Calle Murillo o internarnos un poco en el Barrio del Carmen por Bolsería y Plaza del Tossal para después girar a la izquierda en la Calle Quart. Si hay tiempo recomendamos esta segunda opción porque resulta mucho más atractiva. Se trata de otro de esos monumentos típicos de Valencia, construido en el S. XV, una de las dos puertas (junto a la de Serranos) que se conservan de la muralla medieval. Desde la otra acera de la Calle Guillem de Castro se pueden contemplar las huellas de los cañonazos que el ejército francés dejó en su fachada durante la Guerra de la Independencia.