La pelota valenciana no ha sido objeto de la atención que indudablemente merece al constituir una manifestación tradicional, tan hondamente arraigada en las costumbres, hasta el punto que su terminología ha pasado al lenguaje corriente.
Esta obra de Francesc Almela i Vives no es un tratado completo sobre el juego de pelota en tierras valencianas, pero sí un agradable paseo por parte de su historia e idiosincrasia. Para ello, se ha pretendido ensamblar una serie de datos, fruto de la investigación personal de Almela, entre los cuales hay muchos que son prácticamente desconocidos y no pocos absolutamente inéditos.
Este es un libro muy citado, poco leído, y que vuelve a estar a disposición de todas las personas interesadas en lo que es, sin duda, nuestro gran deporte.
Càmera en mà, recorrem els barris que abracen els districtes de Campanar, la Saïdia i Rascanya. Dissenyem un recorregut a través d’aquelles persones que entrellaçaren la seua vida a estes vies, i han quedat impregnades del seu paisatge. Ens submergirem per a donar testimoni de com articula la seua resistència l’horta i les seues alqueries davant de l’expansió del ciment d’arquitectura homogènia; de com les formes originàries donen pas a noves realitats. Un itinerari que guia al públic lector pels carrers d’estos dotze barris a fi de permetre-li descobrir-ne la identitat i entendre la seua singularitat present.
Cámara en mano, recorremos los barrios que abrazan los distritos de Campanar, La Saïdia y Rascanya. Diseñamos un recorrido a través de quienes entrelazaron su vida a estas vías y han quedado impregnados de su paisaje. Nos sumergimos para ser testigos de cómo articula su resistencia la huerta y sus alquerías ante la expansión del cemento de arquitectura homogénea; de cómo las formas originarias dan paso a nuevas realidades. Un itinerario que guía al público lector por las calles de estos doce barrios para permitirle descubrir la identidad de cada uno de ellos y entender su singularidad presente.
“Como todas las tardes, la barca-correo anunció su llegada al Palmar con varios toques de bocina…”. Así comienza la novela Ca ñas y barro de Vicente Blasco Ibáñez, que dio a conocer y universalizó los paisajes y costumbres de los Pobles del Sud. Y también así podría comenzar este relato, que pretende descubrir cómo es la intrahistoria de unos lugares únicos que crecieron alrededor de la Albufera, a través de las imágenes y del testimonio de quienes hoy la habitan. Emulando aquella ruta del ravatxol, nombre que recibía esa barca-correo que comunicaba a las gentes de los pueblos bañados por el lago, nos embarcamos en El Castellarl’Oliveral para dirigirnos después y sumergirnos en la vida de Pinedo, El Saler, El Palmar, El Perellonet, el Forn d’Alcedo y La Torre. Poblaciones que, en nuestra ruta imaginaria, vuelven a estar conectadas por el lluent y muestran un territorio mágico e inolvidable.
“Como todas las tardes, la barca-correo anunció su llegada al Palmar con varios toques de bocina…”. Així comença la novel · la Cañas y barro de Vicente Blasco Ibáñez, que donà a conéixer els paisatges i costums dels Pobles del Sud, i els universalitzà. I també així podria començar este relat, que pretén descobrir com és la intrahistòria d’uns llocs únics que cresqueren al voltant de l’Albufera, a través d’imatges i del testimoni de les persones que hui els habiten. Emulant aquella ruta del ravatxol, nom que rebia la barca-correu que comunicava la gent dels pobles banyats pel llac, ens embarquem al Castellar-l’Oliveral per a dirigir-nos després a Pinedo, el Saler, el Palmar, el Perellonet, el Forn d’Alcedo i la Torre, i submergir-nos en la seua vida. Poblacions que, en la nostra ruta imaginària, tornen a estar connectades pel lluent i mostren un territori màgic i inoblidable.
Adinsar-se en els Pobles del Nord és viatjar en el temps a les arrels dels nostres avantpassats, a llocs que a penes han canviat en els últims segles, que conserven infraestructures de l’època islàmica, gent amb un gran sentit de pertinença a la seua terra, on perduren costums mil· lenaris que han definit el caràcter dels valencians. Les places de Borbotó, el passat eclesiàstic de Carpesa, l’empremta nobiliària a Benifaraig, les masies de Massarrojos, la valuosa horta de Poble Nou, la supervivència de les Cases de Bàrcena, el paradís de Mauella, les restes de Tauladella, la naturalesa encara salvatge de Rafalell i Vistabella, creen un paisatge únic i desconegut digne de conéixer i preservar.
Adentrarse en los Pobles del Nord es viajar en el tiempo a las raíces de nuestros antepasados, a lugares que apenas han cambiado en los últimos siglos, que conservan infraestructuras de la época islámica, gentes con un gran sentido de pertenencia a su tierra donde perduran costumbres milenarias que han definido el carácter de los valencianos. Las plazas de Borbotó, el pasado eclesiástico de Carpesa, la huella nobiliaria en Benifaraig, las masías de Massarrojos, la valiosa huerta de Poble Nou, la supervivencia de Les Cases de Bàrcena, el paraíso de Mauella, los restos de Tauladella, la naturaleza todavía salvaje de Rafalell y Vistabella, crean un paisaje único y desconocido digno de conocer y preservar.
Adentrarse en los Pobles del Nord es viajar en el tiempo a las raíces de nuestros antepasados, a lugares que apenas han cambiado en los últimos siglos, que conservan infraestructuras de la época islámica, gentes con un gran sentido de pertenencia a su tierra donde perduran costumbres milenarias que han definido el carácter de los valencianos. Las plazas de Borbotó, el pasado eclesiástico de Carpesa, la huella nobiliaria en Benifaraig, las masías de Massarrojos, la valiosa huerta de Poble Nou, la supervivencia de Les Cases de Bàrcena, el paraíso de Mauella, los restos de Tauladella, la naturaleza todavía salvaje de Rafalell y Vistabella, crean un paisaje único y desconocido digno de conocer y preservar.
Este llibre és una oportunitat plena de suggeriments i idees per a explorar quasi tot sobre tres de les àrees històriques més interessants de València, i, en certa manera, també les més desconegudes: els barris amb influència del mar. Algirós, Poblats Marítims i Camins al Grau. Per a documentar esta guia hem llegit, vist pel· lícules, passejat pels barris de dia i de nit, menjats als seus restaurants, disfrutat dels seus teatres, entrevistat els veïns i les veïnes més grans, i entrat als seus corrals i les seues cases. Viatjarem amb tu en autobús, en metro, en tramvia, en bici o a peu, i et proposarem idees per a evitar el cotxe i perquè sentes la brisa del mar en la cara. Te’n vens?
Les pedanies de Benimàmet i Beniferri formen part de la ciutat de València des de la fi del segle XX, però en l’actualitat encara conserven els seus costums, les seues tradicions i la seua essència de “poble”. Passejar pels seus carrers tranquils i per les seues places, parlar amb els seus acollidors habitants, comprar als seus comerços, alguns d’ells centenaris, i pels quals han passat diverses generacions, o disfrutar dels seus cascos antics, que mantenen retalls de la seua història, arriben a fer oblidar al visitant que pertanyen a una gran urbs. Este llibre tracta d’oferir un retrat de les pedanies que formen part de Pobles de l’Oest (districte 18) des dels seus orígens fins a l’actualitat, i de la lluita incansable que durant dècades han protagonitzat els seus residents per a defendre allò que sempre han considerat els seus drets.
Las pedanías de Benimàmet y Beniferri forman parte de la ciudad de València desde finales del siglo XX, pero en la actualidad siguen conservando sus costumbres, tradiciones y su esencia de “pueblo”. Pasear por sus tranquilas calles y plazas, hablar con sus acogedores vecinos, comprar en sus comercios, algunos centenarios y por los que han pasado varias generaciones, o disfrutar de sus cascos antiguos, que mantienen retazos de su historia, llegan a hacer olvidar al visitante que forman parte de una gran urbe. Este libro intenta ofrecer un retrato de las pedanías que forman parte de Pobles de l’Oest (distrito 18) desde sus orígenes hasta la actualidad, y de la lucha incansable que durante décadas han protagonizado sus residentes para defender lo que siempre han considerado sus derechos.
Pasear, visitar, explorar y vivir en las calles de los barrios que forman el conocido distrito de Patraix de València es hacerlo siempre sobre la antigua tierra de huerta que, todavía hoy, brota inesperada cuando menos lo esperamos, entre fincas, rotondas y carreteras que han propiciado su expansión. Una huerta que se reivindica constantemente en el nombre de calles y plazas, en alquerías y en caminos que recuerdan, con su nombre agrícola, que en el pasado todos esos barrios eran agua y tierra cultivada hasta donde llegaba la vista humana. Ahora, nos hallamos con unos espacios que, sin olvidar su legado, han crecido al calor de la búsqueda de trabajo que ofrecían las importantes empresas que se instalaron en ellos durante el siglo XX y, recientemente, por las buenas comunicaciones de las que gozan. Nuevos barrios con raíces y mucha memoria.