El 16 de noviembre de 2013, en Nairobi (Kenia), el Comité intergubernamental de la UNESCO para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial acordó inscribir la Dieta Mediterránea en la lista representativa del patrimonio cultural de la humanidad, y fue presentada conjuntamente por España, Grecia, Italia y Marruecos.

La dieta mediterránea comprende un conjunto de conocimientos, competencias prácticas, rituales, tradiciones y símbolos relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, la pesca y la cría de animales, y también con la forma de conservar, transformar, cocinar, compartir y consumir los alimentos.

El acto de comer juntos es uno de los fundamentos de la identidad y continuidad culturales de las comunidades de la cuenca del Mediterráneo. Es un momento de intercambio social y comunicación, y también de afirmación y renovación de los lazos que configuran la identidad de la familia, el grupo o la comunidad.

Este elemento del patrimonio cultural inmaterial pone de relieve los valores de hospitalidad, buena vecindad, diálogo intercultural y creatividad, así como una manera de vida que se guía por el respecto de la diversidad. Además, ejerce un papel esencial de factor de cohesión social en los espacios culturales, cortejos y celebraciones, al agrupar gente de todas las edades, condiciones y clases sociales.

También alcanza ámbitos como la artesanía y la fabricación de recipientes para el transporte, conservación y consumo de alimentos, como platos de cerámica y vasos.

Las mujeres ejercen un papel fundamental en la transmisión de las competencias y conocimientos relacionados con la dieta mediterránea, salvaguardando las técnicas culinarias, respetando los ritmos estacionales, observando las fiestas del calendario y transmitiendo los valores de este elemento del patrimonio cultural a las nuevas generaciones.

Por parte suya, los mercados locales de alimentos también ejercen un papel fundamental como espacios culturales y lugares de transmisión de la dieta mediterránea en los cuales la práctica cotidiana de intercambios fomenta la concordia y el respeto mutuo.