El recinto amurallado cristiano de Valencia fue construido a partir de 1356, por orden del rey Pere IV el Ceremonioso, sustituyendo a la antigua cerca defensiva de época islámica que se había mantenido en pie hasta este momento.

Con motivo de la guerra con Castilla, la llamada guerra de los dos Pedros, se evidenció la necesidad de erigir una nueva fortificación que alcanzara más terreno que la antigua cerca musulmana.

Así, esta nueva muralla, el perímetro de la cual aproximadamente es de cerca de cuatro kilómetros, permitió englobar a los antiguos arrabales exteriores como el de la Boatella o la Xerea, además de nuevos complejos monásticos como el convento de Santo Domingo, el de San Francisco o el de Carmen, triplicando la anterior superficie urbana, que llegó a conseguir en torno a las 142 hectáreas.

A lo largo de su recinto redondeado, se abrían doce puertas fortificadas, divididas jerárquicamente en Portales Grandes y Portales Chicos, que posibilitaban el control de los accesos a la ciudad.

Para una mejor comunicación entre los diferentes barrios, se abrieron varios portales entre los cuales hay que destacar el Portal de Valldigna, abierto sobre la muralla árabe en 1400 para dar acceso a la morería. Se trata de un arco de medio punto, de sillares, con un ligero avance en las impostas. Encima del mismo se colocó en 1589 un retablo que conmemoraba la fundación del monasterio de la Valldigna por el rey Jaume II el Justo. El retablo que hoy se ve es una reproducción realizada en los años 60 del siglo XX. Otros portales abiertos en la muralla islámica fueron el de N´Esplugues o del Trabuquet, el de Avignyó, el portillo de Sant Jordi o de Na Xamorra o la conocida torre de Ali Bufat, de origen musulmán, que enmarcaba el portal del Templo.

Los Portales Grandes eran: la Puerta de Serranos al Norte, la Puerta de San Vicente al Sur, la Puerta del Mar el Este y la Puerta de Quart al Oeste. De estas sólo se conservan el Portal de Serranos y el de Quart.

Por su parte los portales chicos más importantes son: El Portal de los Judíos, Portal de Russafa, Portal de Torrent, Portal del Coixo o de los Dieciséis Clavos, Portal de los Tintes, Portal Nuevo o de Sant Josep, Portal de Blanquers, Portal del Real y Portal de la Trinidad.

En el exterior, el muro defensivo estaba proveído de un amplio foso excavado o valladar por el cual circulaban las aguas de la acequia de Rovella. Así mismo, la fachada septentrional que bordeaba el viejo cauce del Turia, se reforzó a partir del año 1400 con torreones semicirculares, dispuestos a ambos lados de las monumentales Torres de Serranos del maestro Pere Balaguer, configurando una escenografía gótica característica de la capital del Reino de Valencia.

Uno de estos torreones era la conocida como torre de Santa Catalina que fue construida en 1390. Era de planta cilíndrica, realizada con sillares de piedra y tenía un bajorrelieve con una imagen de la Santa que estaba flanqueada por dos escudos de la ciudad y una inscripción con la fecha de construcción de la torre. Fue derribada en 1772 y reconstruida en 1833 para ser definitivamente desmantelada en 1865. La lápida con la imagen de la santa y la inscripción se conserva en la llamada “Sala de la Muralla” en los sótanos del IVAM.

Durante la época foral fue la “Fàbrica de Murs i Valls” la institución encargada de su construcción y mantenimiento durante cinco siglos, hasta su definitiva demolición en 1865, a pesar de lo cual su trazado todavía hoy es perceptible en la ronda de circunvalación formada por las actuales calles de Blanquerías, Conde de Trénor, Pintor López, Paseo de la Ciutadella, Puerta de la mar, Colón, Xàtiva y Guillem de Castro.

El derribo de las murallas fue decretado en 1865 por orden del gobernador civil Cirilo Amorós alegando como pretexto la necesidad de dar trabajo a los numerosos obreros en paro afectados por la crisis de la industria de la seda y también por la necesidad de abrir la ciudad por problemas de salubridad.

En la actualidad pueden visitarse restos de la muralla bajomedieval a la Sala de la Muralla del IVAM dónde es posible conocer sus características constructivas de tapiales encofrados superpuestos y en la Plaza de los Pinazo se ha recuperado parte de la Puerta de los Judíos.

Esta puerta, también era conocida como Portal de San Andreu por una imagen de este santo que había en la portada, o como portal de Santa Catalina por su proximidad a este convento.

En 1391 ya hay noticias de esta puerta y en 1422 se construye un nuevo portal con dos torres y un puente de piedra para cruzar el foso. En 1607 el portal se transforma en una única torre con un baluarte. En 1689 la puerta es tapiada y sólo será abierta ocasionalmente hasta su derribo en 1890 como consecuencia de la prolongación de la calle Don Juan de Austria. Después de las excavaciones llevadas a cabo en 1998 se ha podido recuperar la planta de las dos torres cuadradas construidas con forro de sillares de piedra y relleno de cal y canto y la apertura original, así como parte del lienzo de la muralla construido con tapial de hormigón. Los restos han sido integrados en la estación de metro de Colón.



Datos básicos

Dirección:

Carrer del Portal de Valldigna, 46003 València