Plaza Redonda 

Se trata de una curiosa plaza interior de reducidas dimensiones, de planta circular, que cuenta con cuatro entradas situadas en los puntos cardinales. Ubicada en la zona comercial antigua de la ciudad, sobre un espacio urbano vinculado desde antiguo a la venta de pescado y carne, conservó la función de mercado.

Fue construida en 1840 por el arquitecto Salvador Escrig, justo en lo que entonces era el centro geométrico exacto de la ciudad. Es una de las plazas más pequeñas de Valencia, con un diámetro de 37 metros.

La Plaza Redonda ocupó el terreno del antiguo matadero, tras su demolición. Antiguamente conocida como plaza Nueva o del Cid, después conocida como plaza Redonda o del Clot, se sitúa en el centro del triángulo que forman la Plaza del Mercado, la Plaza de la Reina y la Plaza del Ayuntamiento. Se encuentra rodeada por 34 edificios de diferentes características.

Al principio fue concebida como un espacio totalmente diáfano que carecía de obstáculos en su interior, en el que las plantas bajas se destinaron a usos comerciales.

No obstante, en 1850 se colocó una fuente en el centro y en 1916 un anillo interior de puestos de madera, que servía para albergar a distintos comercios minoristas dedicados a la venta de comestibles y objetos domésticos. Hoy en día los puestos de esta plaza se han especializado en venta de ropa, mercería y souvenirs.

La Plaza Redonda fue rehabilitada en 2012, adquiriendo un nuevo aspecto. Muchos valencianos conservan el recuerdo imborrable de sus visitas al colorista mercadillo de los domingos, que pone a la venta desde hace muchos años mascotas y antigüedades, artesanía y textiles, paradas de filatelia y numismática, entre otros muchos objetos, con una particular mención para la compra e intercambio de cromos.

Este conjunto ha sido catalogado como Bien de Relevancia Local.