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PORTADA WEB CULTURAL VALENCIA-65

El Ayuntamiento inicia el trámite para reforzar la protección de los pavimentos Nolla

Este tipo de pavimentos fueron introducidos en nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX por Miguel Nolla, en su fábrica de Meliana

 

La Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales del Ayuntamiento de València ha iniciado el trámite para mejorar la protección de los pavimentos Nolla, unas piezas de mosaico de formas diversas que a partir de un repertorio de formas y colores relativamente cortos, debidamente compuestas, conseguían diseños casi infinitos. Los pavimentos Nolla estuvieron presentes en muchas viviendas particulares y edificios públicos de València en el último tercio del siglo XIX y principios del XX. El objetivo es hacer extensivo a todo el término municipal las mismas medidas de protección que se han aprobado para PEP de Ciutat Vella.

 

A este respecto, la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, ha afirmado que “lo que entendemos como patrimonio cultural no son categorías inmutables, sino que evolucionan con la sociedad e introducen elementos que son fruto del mayor conocimiento o sensibilidad hacia periodos históricos que no se tenían en cuenta. Esto es lo que ha ocurrido de una manera particular con el patrimonio industrial de nuestra ciudad”.

 

Este tipo de pavimentos se hacían en Inglaterra y fueron introducidos en nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX por Miguel Nolla en su fábrica de Meliana, desde donde se esparció por España y en todo el mundo. Este tipo de suelo, creado a partir de arcillas prensadas y cocidas a muy alta temperatura para dotarlas de una gran resistencia, fueron particularmente frecuentes en el Centro Histórico, el Eixample, Russafa o el Marítim, pero se encuentran en todos los barrios e incluso en muchas alquerías de la huerta.
El desarrollo de estos pavimentos fue paralelo al de la burguesía valenciana, ya que durante un periodo de tiempo pavimentar una casa con revestimientos Nolla era sinónimo de estatus, modernidad y buen gusto. Posteriormente su preció se abarató y fue accesible a un segmento mayor de la población. Es habitual que en muchas reformas éstos pavimento se quiten y sean sustituidos por soluciones modernas. Una actitud que contrasta vivamente con la que encontramos en otras ciudades españolas y extranjeras donde los son especialmente apreciados por su valor artesanal y artístico, y son recuperados e integrados en los proyectos de rehabilitación de edificios.

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