Se toma como referencia el trazado de la muralla en el momento de la conquista cristiana de la ciudad en 1238 por las tropas de Jaume I.

A continuación se hace una enumeración de los lugares donde se conservan los restos de alguno de los elementos defensivos y que se han ido recuperando a lo largo de los últimos 30 años de excavaciones arqueológicas a la ciudad.

Empezaremos el recorrido partiendo de la Puerta del-Qantara que se situaría detrás de las torres de Serranos, desde donde el muro giraría al SONIDO, hacia la plaza de los Fueros y la calle de las Rocas. Aquí, la Fundación Florida State University (FSU) en el número 2 de la calle Blanquerías ha recuperado un torreón defensivo semicircular, una línea de almenas y varias balsas de tintado de curtidores de época medieval.

Todos estos elementos se han integrado en el salón de actas del edificio y están a la vista, aunque para verlos hay que solicitar autorización.

En la plaza de los Fueros entre los números 2 y 4, dentro de los comercios allí situados, se puede observar una parte del muro islámico en la planta baja de estos.

En el horno de Montaner situado en el número 5 de la calle Roteros, se integró un fragmento de ocho metros del muro defensivo que es visible en la fachada externa y en el interior del horno.

Siguiendo la calle Palomino, se llega a la plaza de Àngel donde se conserva un de los torreones más conocidas desde antiguo y que actualmente está ocupado por viviendas particulares.

Desde este punto, el muro se introduce por la plaza de Beneyto y Cuello, siguiendo por la calle Mare Vella, lugar en el cual se localiza una tercera torre de masonería, utilizada también como vivienda particular.

 

Desde aquí se prosigue por el Portal de Valldigna, puerta abierta en 1400 para comunicar el interior de la ciudad con la morería, continuando por la calle Salinas, donde se conservar exento en la línea de fachada parte del lienzo.

Desde este punto, la muralla se adentra por los edificios de la calle de Caballeros, a la altura de los números 36 y 38, actualmente ocupados por una escuela de idiomas, en el interior de los cuales se puede observar un importante tramo de muro, así como dos torres hasta la altura del primer piso.

Desde aquí se pasa en la plaza del Tossal donde, en la Galería municipal del mismo nombre dedicada a exposiciones temporales, se muestran los restos de una torre y lienzo de la muralla correspondiente a la puerta del-Hanax que fue remodelada mediante una torre cuadrada de tapial en el siglo XII.

También se observan unos arcos de baldosa, sobre los cuales se elevaba la vuelta que cubría la acéquia de Rovella, conducción que fue canalizada por el antiguo foso de la muralla en el siglo XV.

A partir de este punto, la muralla continuaría por la calle Bolsería llegando a la plaza del Horno de San Nicolás núm. 4, donde en la sala de exposiciones del Colegio Mayor Rector Peset se han integrado parte de la cerca y otra de las torres semicirculares del siglo XI

Desde aquí, continuando hacia la Lonja, por la fachada posterior de la cual discurría la muralla, seguiría hasta la calle Sant Ferran núm. 12 y, en el Centro de Cultura Contemporánea Octubre, se puede ver en el sótano parte del muro y una torre cuadrada de 4,30 de lado datada en el siglo XII.


Siguiendo hacia la calle San Vicente donde se abriría la puerta de la Boatella, la muralla se adentra por el interior de las casas de la plaza de Mariano Benlliure, donde en el restaurante Orio, el acceso del cual es por la calle San Vicente núm. 23, se ha integrado una torre de planta cuadrada en el frente de la cual se pueden ver reutilizados grandes sillares de época romana.

Desde aquí continua el muro hacía la calle Tránsitos donde se vuelve a hacer visible a la altura del núm. 5-6, en el interior de una cafetería y de la papelería Sena Alós que ha incorporado los restos de la muralla bajo el suelo, cubiertos por un cristal transparente.

Continuando por la calle de las Barcas se llega hasta la calle de Comedias donde la muralla marca un giro importante hacia el norte, adentrándose por debajo del edificio de la Universidad, en el vestíbulo de la cual se observa otra de las torres cuadradas.

Desde aquí continuaría hasta la calle del Mar, donde en un restaurante que da a la conocida plaza de los Patos, se puede observar un pequeño fragmento del muro unido a una de las paredes del circo romano.

En esta misma plaza, a la altura de la actual iglesia de San Felipe Neri, se abriría la puerta de la Xerea para continuar hacia el norte por la calle de Trinquete de Caballeros hasta llegar a la altura del edificio del hotel Caro a la calle del Almudín, donde integrado en el mismo y en el restaurante anejo, se puede ver un extenso tramo del lienzo y otra de las torres de planta cuadrada que se adentra en el contiguo edificio del palau del Temple. Aquí, durante las obras de restauración se han sacado a la luz la muralla, otras dos torres y parte del antemural o barbacana.

A partir de este punto, continuaría la muralla hasta llegar a la marginal del río, donde se levantaba la imponente torre d'Ali Bufat que albergaba la puerta de Ibn Sajar. Desde aquí giraría hacia el oeste, por ante el pretil del río llegando hasta la calle del Salvador donde, frente al puente de la Trinidad, se levantaría la puerta del-Warraq y siguiendo por la calle de Conde Trénor, se llegaría a cerrar el recinto a la puerta del-Qantara, punto de origen de este recorrido.


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Valencia