Archivo Histórico Municipal

El primer emplazamiento del Archivo fue unas casas habilitadas para el establecimiento de la Curia y su corte en la plaza de la Almoina, frente a la Catedral, concedidas por privilegio de Jaime I en la Ciudad de Valencia el 21 de mayo de 1239, lugar donde empezaron a guardarse los primeros documentos. En 1306, un incendio junto con la falta de espacio, determinó un nuevo cambio de ubicación. Así, Jaime II autorizó en la Ciudad, mediante un privilegio a fecha del 22 de abril de 1311, la compra de unas casas al inicio de la actual calle de Caballeros, en el solar en el cual actualmente están los jardines de la Generalitat. En este segundo emplazamiento se conservará la documentación del Archivo hasta mediados de siglo XIX. Es en esta fecha cuando, debido al estado ruinoso en que se encontraba la Casa de la Ciutat, el municipio decidió trasladarla a otro lugar que cubriera las necesidades políticas y administrativas de la ciudad. El nuevo emplazamiento elegido fue el edificio situado en la calle Reglons que ocupaba la Real Casa de la Enseñanza, institución creada en el siglo XVIII por el arzobispo Don Andrés Mayoral para servir de Colegio a “les doncelles de distinguit naiximent” que albergó en el primer piso, mientras que en la planta baja y en el piso principal acomodó a las niñas pobres la enseñanza de las cuales fue gratuita. El proceso de traslado del gobierno municipal al nuevo emplazamiento fue largo y empezó por el Archivo entre 1855 y 1856, consolidándose en 1935, periodo en que se incorporan las dependencias anejas de la iglesia de Santa Rosa para instalar definitivamente en ellas el Archivo Municipal de Valencia y el Museo Histórico de la ciudad. En las últimas décadas del siglo XX, los imperativos de espacio sobre todo, pero también las nuevas pautas marcadas por las últimas tecnologías de la comunicación e información, hicieron necesario buscar una nueva ubicación para el Archivo. Esta nueva ubicación ha sido el Palacio de Cervelló, edificio rehabilitado e inaugurado en 2003 como museo y sede del Archivo Histórico de la Ciudad. Esta nueva ubicación constituye un espacio funcional y práctico adaptado a las necesidades de un archivo del siglo XXI, ofreciendo una mejor conservación para la documentación, facilitando notoriamente la difusión y consulta de los más de 800 años de la historia de Valencia que atesora la documentación custodiada por el Archivo Municipal.