El Museo Valenciano de Etnología fue creado en 1982 por la Diputación de València con el nombre de Museo de Etnología y hoy forma parte de la Red de Museos del organismo provincial.
Situado en el Centro Cultural La Beneficencia, sus objetivos son la investigación y difusión en el campo de la Etnología y la Antropología, poniendo al alcance del público un espacio dinámico de conocimiento y reflexión.
Cuenta también con una biblioteca específica.
El Palacio del Marqués de Dos Aguas es producto de una radical reforma llevada a cabo sobre la antigua casa solariega de la Rabassa de Perellós, titulares del marquesado de Dos Aguas, en la década de 1740 en un pronunciado estilo rococó.
De planta cuadrangular irregular, organizado en torno a un patio y con torres en los lados, sus fachadas se levantan con planta baja y dos alturas, y en un lateral se abre la puerta principal, realizada en alabastro por Ignacio Vergara sobre diseño de Hipólito Rovira.
Presidida por la imagen de la Virgen María, desde ella descienden dos caudales de agua en alusión al título de los marqueses, con dos atlantes a los lados que simbolizan dos ríos, todo con un aspecto de desbordante voluptuosidad. En esa época toda la fachada estaba decorada con frescos de Rovira, pero en 1867 el palacio sufrió una nueva remodelación, obra de José Ferrer, y en ella desaparecieron las pinturas, que estaban en mal estado por la humedad, siendo sustituidas por estucos en tonos grises y rosas imitando mármoles, y además se realizaron también los balcones de sabor francés, con barandillas ondulantes. En su interior todavía podemos observar hoy las carrozas del siglo XVIII y los salones decimonónicos con su decoración original, recientemente restaurada, mientras que la segunda planta acoge el Museo Nacional de Cerámica González Martí, con una importante colección de piezas desde la Antigüedad a los más modernos diseños.
El Muma, que tiene su acceso por la puerta de la plaza de la Almoina, por escalera y ascensor, comprende el espacio del primer piso que recae al interior de la nave principal de la iglesia, con vistas a través de las actuales galerías o tribunas, así como parte del segundo piso del edificio anexo.
El Museo Histórico Municipal se encuentra en la parte de la Casa Consistorial de la Plaza del Ayuntamiento que corresponde a la antigua Casa de Enseñanza, fundada por el Arzobispo Mayoral en el siglo XVIII, y en la parte donde se encontraba la Iglesia de Santa Rosa de Lima.
La primera sala muestra cinco planos que recogen la evolución de la ciudad. El más famoso de ellos es el realizado por el padre Tosca en 1704, pero también se exponen los de Mancelli de 1608 y Montero de Espinosa, 1853.
En la segunda de las salas, de Vistas de la Ciudad, se exhiben un total de 46 grabados de la colección municipal que abarcan un periodo cronológico que va de finales del siglo XVIII a mitad del siglo XIX.
La Sala dels Furs, contiene pinturas murales de Ramón Stolz que representan, entre otros motivos, a los primeros monarcas del Reino y también la vitrina neogótica en la que se exhibe el primer incunable del Llibre dels Furs, cuyo manuscrito se custodia en el Archivo Municipal.
Por ultimo, la Sala Foral, situada en la Iglesia de Santa Rosa y decorada con pinturas de José Vergara, alberga algunos de los símbolos y reliquias que son un referente de la historia de València, casi todos ellos provenientes de la Antigua Casa de la Ciudad: la Real Senyera, el Pendón de la Conquista, el Trofeo de la Conquista, la Espada del Rey Don Jaime, el cuadro de La Inmaculada y los Jurados de Espinosa, el relicario de Sant Jordi, el Arcángel San Miguel, Las Llaves de la Ciudad, etcétera.
El Museo Histórico Militar fue construido en 1898 para un Regimiento de Infantería. Ha sido ocupado sucesivamente, como consecuencia de las distintas reorganizaciones del Ejército, por unidades de Infantería, Intendencia y Logística, siendo en la actualidad el único cuartel construido para tal fin que existe en la Ciudad, lo que le proporciona un valor histórico muy importante.
Lo más llamativo de la construcción, además de la estructura típica y representativa de grandes naves que dan a un patio interior, en su día preparado para formaciones con ganado, es el revestimiento del patio citado con azulejos que dan vida a la amplia galería que lo circunda, un gran mural dedicado a España representada por un gran árbol cuyas raíces nacen de todas y cada una de sus Regiones, un monolito a los que dieron su vida por España y un gran mástil para la Bandera lo completan.
El Museo se encuentra a orillas del río Turia, hoy convertido su cauce en un gran jardín que sirve de recorrido a un conjunto cultural de gran envergadura “Un río de cultura”, y que deja al Museo centrado entre Museos de todas las Bellas Artes y el complejo de los Museos de las Ciencias y las Artes que se adentran en el nuevo siglo, esta situación le proporciona amplias posibilidades para atraer visitantes. El Museo actualmente ocupa las naves recayentes a la calle General Gil Dolz, en el que se encuentra el acceso al mismo. Los fondos del Museo provienen básicamente del museo creado en 1990 en el Grupo de Mantenimiento V/31 (antiguo Parque de Artillería) por el Teniente Coronel Don Angel M. Adán García y por las aportaciones de las Unidades que han sido disueltas en la Región Militar “Levante” en un principio y en la Región Militar “Centro” posteriormente.
¿Todavía no conoces una fiesta reconocida por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad? Pues ven y disfruta conociendo las Fallas en el Museo Fallero; tanto su historia como su evolución.
La exposición cuenta de una colección permanente: muñecos indultados grandes e infantiles, carteles anunciadores de Fallas, retratos de las Falleras Mayores de València y recompensas e insignias de comisiones falleras. Los Ninots premiados cada año también se incorporan a este Museo, uno de las fallas grandes y otro de las infantiles. Todo esto, junto a las fotografías de las mejores fallas y los carteles anunciadores que han ganado el concurso anual, conforman sus fondos y el patrimonio de la cultura popular y de esta fiesta mayor que son las Fallas de València.
Frente al Convento de Santo Domingo, formando parte del entorno de la histórica plaza de Tetuán, se halla el Palacio de los Condes de Cervelló, edificio de singular importancia en la historia contemporánea de la ciudad ya que, cuando fue derribado el Palacio del Real en 1810, pasó a convertirse en la residencia oficial de los monarcas en sus visitas la ciudad.
En 1814, por ejemplo, fue recibido en él Fernando VII, engalanándose al efecto con arcos de triunfo, alegorías y retratos del rey; en el palacio firmó el decreto que disolvía las Cortes y derogaba la Constitución de 1812, y años más tarde, en 1840, su esposa María Cristina abdicó aquí de la regencia.
El edificio fue construido en el siglo XVIII por los condes de Cervelló, señores de Oropesa, aunque sólo la fachada se conserva con su aspecto original, de estilo neoclásico, flanqueada por dos torres y con dos pisos de balcones. Tras su reciente rehabilitación, el palacio acoge además del museo, el Archivo Municipal de València y la Biblioteca Municipal Serrano Morales.
El Museo del Juguete de la Universitat Politècnica de València recoge gran parte de la tradicional industrial juguetera de la Comunidad Valenciana y es el único instalado en una Universidad, por lo que a su valor cultural, se le añaden valores didácticos y de investigación.
Su visita permite a los mayores disfrutar de la nostalgia de la niñez, y a los pequeños o jóvenes instruirlos en lo que fue la infancia lúdica de sus mayores, sin dejar de lado el análisis de la influencia que los distintos materiales y técnicas han ejercido sobre los juguetes a lo largo del tiempo.
El recorrido del museo comprende una sala principal, los pasillos de la planta baja y segunda planta de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño. Se puede observar las diferentes temáticas de las vitrinas de exhibición, donde el visitante podrá reflexionar acerca de los valores lúdicos, históricos, sociales, culturales y tecnológicos que todo juguete transmite.
En el Museo del Artista Fallero de València se encuentran expuestos Ninots o figuras y grupos escultóricos de tamaño natural, de fallas grandes y de infantiles, indultados por el Gremio Artesano de Artistas Falleros. La muestra recoge esbozos originales de fallas y de carrozas; maquetas de fallas; la evolución histórica del Muñeco; una Falla didáctica expuesta en el interior, que recrea los diversos procesos constructivos de la misma; una amplia colección de fotos de fallas, de Llibrets de Falla y de revistas falleras, editadas por el Gremio; y una muestra de los trabajos alternativos realizados por los Artistas Falleros.
La visita incluye la visualización de un vídeo de cómo se hace una falla. La visita dura aproximadamente una hora, incluyendo el pase de vídeo. No existe guía que acompañe al grupo.
El museo dispone de entrada accesible para personas con movilidad reducida.
La construcción de la Casa de las Rocas data del siglo XV, situándose en un período comprendido entre el 8 de junio de 1435 y el 8 de abril de 1447. El primer acuerdo que se conoce al respecto corresponde al 8 de julio de 1435, fecha en la que la ciudad deliberó y aprobó la construcción de una casa, junto al Portal dels Serrans, entre muro y muro, es decir, entre el más antiguo y el moderno de 1356, mandado construir por Pere el Cerimonios, con el fin de que sirviese de albergue a los carros y demás útiles que acompañaban a la procesión del Corpus.
Posiblemente la casa proyectada comenzó a construirse de inmediato, pero seguramente ni satisfizo a los Jurados ni, por lo visto, era todo lo amplia que se requería para guardar en ella lo previsto, por lo que el 5 de mayo de 1441 se acordó ensancharla. Cinco años más tarde, en 22 de marzo de 1446 acordó la Ciudad la compra de unas tenerías situadas en el barrio de Roteros. Un mes después, el Síndico anunciaba su adquisición al Consell de la Ciutat y un año más tarde, es decir, el 18 de abril de 1447, comenzaban las obras del edificio. La finalización de las obras hay que fijarla en 1448.
No hay pruebas fehacientes de la existencia de un autor o autores reconocidos, habiéndose de presumir la intervención del obrero de vila o maestro de obras que en ese momento -1447- tuviera a su cargo los proyectos, reparaciones y otros menesteres inherentes a su oficio, a las órdenes del Consell de la Ciutat.
El Colegio del Arte Mayor de la Seda es uno de los edificios más destacados de la arquitectura y la cultura valenciana, situado en una zona muy especial del casco histórico del centro de la ciudad de València, el barrio de Velluters.
En 1686 el antiguo Gremi de Velluters se convirtió, por un privilegio del rey Carlos II, en el Colegio del Arte Mayor de la Seda, la corporación más importante que une a los pequeños empresarios del sector.
La edificación data del siglo XV, es de base gótica y contiene una importante riqueza patrimonial en su interior en forma de frescos, murales y mosaicos, especialmente en este último caso, el suelo de la FAMA. El edificio consta de una fachada con puerta barroca de piedra trabajada, decorada en la parte superior por el capelo cardenalicio de San Jerónimo, patrón del colegio, en relieve. Con su rehabilitación, impulsada por la Fundación Hortensia Herrera, se ha recuperado un trozo de la historia material e inmaterial de la ciudad, ya que el gremio de los sederos fue referente en el resto del mundo y uno de los motores de la economía valenciana. El archivo del Colegio del Arte Mayor de la Seda es el más importante de Europa y conserva un gran número de ejemplares desde su inicio hasta la actualidad en forma de pergaminos, libros y cajas de archivo.
Este edificio comenzó a rehabilitarse el 10 de noviembre de 2014, y el 18 de junio de 2016 abrió sus puertas.
En el barrio del Cabañal de València se encuentra un antiguo molino de arroz construido a principios del siglo XX. En el que se ubica el Museo del Arroz donde, tras la rehabilitación del edificio promovida por el Ayuntamiento de València y la restauración de la antigua maquinaria realizada por la Universidad Politécnica, el visitante puede observar el proceso de tratamiento del arroz tal y como se abordaba a principios de siglo.
Un auténtico viaje a la industria de 1900 a través del continente y el contenido de este museo.
Depende de la Concejalía de Ferias y Fiestas.