El alcalde de València, Joan Ribó, pidió ayer en la entrega de los galardones a las ocho personas ganadoras de la cuadragésima edición de los premios literarios Ciutat de València que “continúen escribiendo, que nosotros continuaremos leyendo, sabiendo que, de las palabras, siempre se extrae aquello que convierte en humanos a los humanos porque el lenguaje es el fundamento de la vida civil”. El alcalde, acompañado de la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, así como de varios concejales y concejalas de la Corporación, entregaron ayer en el Hemiciclo los galardones a los poetas Josep Lluís Roig y Ramón Bascuñana, los novelistas Manel Hurtado y René Fuentes, la dramaturga Sònia Alejo y el escritor teatral Paco Zarzoso, y los ensayistas Lourdes Toledo y Martín Rodríguez-Gaona.
El alcalde ha dado las gracias a las personas premiadas “por su compromiso con este premio, y por el esfuerzo que han realizado –uno de ustedes, además, en viaje transoceánico– para estar hoy en esta sala participando en este acto que tanta importancia real y simbólica tiene para nosotros”. Ribó considera que “es una satisfacción poder darles la enhorabuena en persona. La valía de los jurados nos hace ser conscientes, sin ningún tipo de duda, que la elección de las obras es notabilísima, y que los premios salen enriquecidos de esta nueva edición”. En este sentido, Joan Ribó ha afirmado que desea que “con el mismo espíritu con que han escrito los textos que hoy premiamos, continúen con un cultivo de las letras, en cualquier género, en cualquier lengua, del que salgamos beneficiadas todas las personas que amamos la literatura, que sabemos que un buen libro, muchísimas veces, es el mejor amigo de un hombre o una mujer”.
Cuadragésima edición
Los galardones llegan este año a la cuadragésima edición, “una de esas cifras mágicas, redondas, que nos sitúa de nuevo ante una práctica cultural, intelectual, digamos artística en el amplio sentido de la palabra”, en palabras del alcalde. Para Joan Ribó, los premios nos sitúan “en la reflexión sobre el ser humano, sobre su capacidad para vehicular belleza a través de las palabras, para situarnos frente a hechos y vibraciones que de otro modo no entenderíamos, y para llevar nuestra reflexión sobre el mundo contemporáneo a través de caminos que son tantas veces inéditos y obligan al replanteamiento de verdades”. Según el alcalde, “los premios literarios Ciutat de València abrazan todos los géneros tradicionales de las letras (poesía, narrativa, teatro y ensayo), y, además, en las dos lenguas oficiales en nuestra ciudad, y nos muestra que es posible la mezcla de la tradición y de la modernidad, apostar por el hecho de que nuestra lengua propia junto con su cultura acceda a una universalidad que, en un mundo global y local como el nuestro, es vital”.
Joan Ribó ha agradecido el trabajo “a todas y todos los profesionales que posibilitan, de manera invisible, que no se pare el enorme engranaje que suponen estos premios. También a todas aquellas personas que deciden enviar un original a alguna de nuestras modalidades. Y hoy, en un lugar de honor, porque son el sentido último de cualquier galardón, a las escritoras y los escritores que los han obtenido”.
Los galardones
El poeta Josep Lluís Roig ha obtenido el premio María Beneyto de poesía en valenciano por La fam tendra, del que el alcalde ha destacado que se trata “de un libro muy bien escrito, sin eufemismos, que expone con contención la incompletitud del hombre y de la mujer, y que rezuma una gran sensibilidad hacia el ser humano”.
Por su parte, el poeta alicantino Ramón Bascuñana ha ganado el premio Juan Gil-Albert de poesía en castellano con Anotaciones a pie de página, un libro “escrito en aquello que los antiguos denominaban prosímetro, puesto que está a medio camino entre la prosa y el verso, y se nutre de las posibilidades de los dos”, en palabras de Joan Ribó.
El alcalde ha destacado también que el libro Les puces del novelista Manel Hurtado, ganador del premio Isabel de Villena de narrativa en valenciano “construye una panorámica transversal de la sociedad valenciana del siglo XIX y que, con un estilo ágil y una narración polifónica, presenta las relaciones y los conflictos entre familias de varias clases sociales”.
El escritor de origen cubano y nacionalidad uruguaya René Fuentes Gómez ha obtenido el premio Vicente Blasco Ibáñez de narrativa en castellano con la novela Cervantina. Trilogía íntima de Bayamo, una obra que, según el alcalde, “está ambientada en el oriente cubano y dónde al personaje le sucede lo mismo que al autor y gana un prestigioso premio literario en España. Es un retrato tanto de la Cuba insular, como de la diáspora, escrito con humor y con un lenguaje exuberante”.
Por su parte, el premio Eduard Escalante de teatro en valenciano ha ido a parar a la dramaturga Sònia Alejo por su pieza Buit de mi, “una obra con una gran capacidad de comunicar imágenes, de verso libre y muy organizado, con buen ritmo y una buena historia”, para Joan Ribó.
El dramaturgo saguntino Paco Zarzoso se ha hecho merecedor del Premio Max Aub de teatro en castellano por su obra David, que “aborda un tema delicado como los abusos dentro del ámbito de la familia y lo hace con una impecable maestría dramática”.
La escritora de la ciudad de València Lourdes Toledo, traductora, periodista y ensayista, ha ganado el premio Josep Vicent Marqués de ensayo en valenciano con la obra Lluny d’Amèrica, “un libro delicado y con gran calidad literaria, donde destaca la observación interesada de la realidad americana cosiéndola con la propia cotidianidad, con anécdotas lejos de la banalidad, que transcienden la mera vivencia personal y nos transportan a la América real y pensada”.
Por último, el premio Celia Amorós de ensayo en castellano ha recaído en la obra Contra los influencers: la ciudad letrada ante la corporativización tecnológica de la literatura, de Martín Rodríguez-Gaona, “un ensayo demostrativo de la solidez del punto de vista del autor respecto de la literatura como rentabilidad comercial y al mismo proceso de creación y que manifiesta una crisis contemporánea de la sociedad literaria”.
1.640 obras presentadas
La concejala de Recursos Culturales, Glòria Tello, ha confirmado que este año se han presentado 1.640 obras a unos galardones que cumplen cuarenta años y que, en sus palabras, “entran en una perfecta madurez”. Tello ha explicado que “ahora son centenares las obras que proceden de Argentina, Colombia, México, Chile, Bolivia, Canadá, la República Dominicana, Venezuela, Cuba, los Estados Unidos, Israel, Guinea Ecuatorial, Brasil, Uruguay, Panamá y otros muchos países, y esto es muestra que los Premios Literarios Ciutat de València (su cuantía económica, el prestigio que comportan y las editoriales en las cuales son publicados), han acontecido un objetivo atrayente para escritoras y escritores de nuestros dos ámbitos lingüísticos”.
La concejala ha explicado que, en los últimos años, han aumentado a ocho las modalidades, se han puesto nombres de autoras valencianas a algunos de los galardones, se han dotado de un presupuesto mayor y se ha establecido una relación con tres editoriales valencianas y una estatal para la publicación de las obras premiadas. Por este motivo, según Glòria Tello, los premios literarios Ciutat de València “han ido asumiendo un papel importantísimo en el panorama de galardones existentes y no solo han servido de acicate para autoras y autores que se estrenaban en las armas literarias, sino que también han sido plataforma de voces consagradísimas”.
En nombre de los galardonados ha tomado la palabra la dramaturga Sònia Alejo, quien ha dado las gracias a los miembros del jurado y al Ayuntamiento “para mantener vivo este premio, que va ganando en prestigio”, y considera justo “dedicar el galardón a las personas que llenan nuestras ausencias cuando estamos escribiendo y ocupan los espacios que no ocupamos”. Alejo cree que la literatura y el arte son “semilla y reflexión, pensamiento crítico y belleza que pueden ir curando el alma”.