Con una superficie aproximada de 12.000 metros cuadrados, es el último
jardín histórico-artístico del siglo XIX que queda en la ciudad de València.
Su origen reside en un huerto que en 1849 compró el marqués de San
Juan, quien lo transformó en jardín y lo embelleció con esculturas adquiridas en sus innumerables viajes. El jardín contiene treinta y tres estatuas de mármol, numerosos fuentes y albercas y un gran estanque con forma de nenúfar. También cabe destacar la existencia de ejemplares centenarios de magnolios, laureles y ginkgos.
En 1941 fue declarado Jardín Artístico Nacional y, de esta manera, quedó bajo la protección del Estado. Posteriormente, en 1971, pasó a ser de propiedad municipal, fue restaurado y, en 1973, se abrió al público.
Protejamos nuestro patrimonio histórico.