La Semana Santa Marinera es la gran celebración de los Poblados Marítimos, que se vive cada primavera por las calles de los barrios del Grado, el Canyamelar y el Cabanyal.

Una secular tradición, hereditaria entre las familias, que tiene el nombre de «marinera» porque su origen se encuentra cerca de la mar y porque sus precursores fueron marineros, que en sus travesías se encomendaban a los santos de su devoción, especialmente a los Cristos, que tienen una profunda significación en esta Semana Santa y que sus fieles traen sobre el pecho.

Las celebraciones, actas y procesiones de la Semana Santa Marinera se remontan a 1735 y se consolidan y unifican en la segunda década del siglo XX, alrededor de las parroquias de Santa María del Mar, Virgen María del Roser, Virgen María de los Ángeles y San Mauro. La devoción en la fiesta de la Semana Santa está muy arraigada a los barrios marineros y ya desde el Viernes de Dolor se suceden las procesiones de las diferentes cofradías, corporaciones y hermandades.

La Semana Santa Marinera tiene otras singularidades, como la relevancia de los personajes bíblicos, representaciones en vivo de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, la importancia de los tambores o la ubicación de las imágenes en los domicilios particulares o en los locales sociales de los varios colectivos, una tradición que hace que en el tránsito de Jueves Santo a Viernes Santo haya un auténtico peregrinaje de miles de devotos que acuden a visitarlos o a implorarles sus ruegos.

El Viernes Santo desde buena mañana toda una multitud acompaña al Cristo al lado de la playa y el sacerdote entona una plegaria en memoria de los muertos del mar y una joven vestida de Madre Dolorosa deposita una corona de flores en el agua. Mes tarde, a las parroquias, el Vía Crucis rememora los momentos culminantes de la Pasión y al anochecer todos los colectivos componen la Procesión del Santo Entierro con un paso lento marcado por las marchas procesionales.

El Sábado Santo una aparente tranquilidad se apodera del Marítimo hasta la medianoche, cuando las campanas de los templos anuncian Gloria de la Resurrección (Sábado de Gloria) y estalla la alegría en todo el barrio. La gente lanza desde los balcones agua y loza vieja como símbolo de la expulsión de todo el que es viejo para dar al tiempo nuevo y, tratándose de Valencia, tampoco faltan las tracas y petardos.

Para acabar, el Domingo de Resurrección las cofradías se reúnen en el punto en que la Madre, retirándose el velo negro que cubre su rostro, abraza simbólicamente a su Hijo resucitado, momento acompañado con pétalos de flor, vuelos de palomas y tracas porque a continuación se acompaña al Santo Viático hasta las casas de los enfermos en la que se conoce como la procesión "de las luces", puesto que los fieles traen cirios. En el multitudinario desfile de la Resurrección, las flores y los colores claros invaden las calles y dan un cambio radical al recorrido, a diferencia de los días anteriores, cerrando de esta manera la Semana Santa Marinera. Además, desde 2000 está abierto el Museo de la Semana Santa Marinera Salvador Caurín a la calle del Rosario, número 1, porque en cualquier época del año turistas y visitantes puedan apreciar la complejidad y riqueza de la Semana Santa Marinera.

Más allá de la Semana Santa Marinera, en otros puntos de la ciudad tienen lugar celebraciones en estas fechas. En el barrio de la Sede, la Cofradía del Cristo de las Penas hace la procesión de las Palmas, y en la del Jueves Santo se sacan las imágenes más antiguas de la ciudad, un crucificado y un grupo escultórico de la Virgen María con su hijo. Además, en el barrio de Arrancapins la hermandad de Jesús de los Desamparados y la Virgen María de Gracia celebra actos propios. Después de la Pasión llega la Pascua, con los días de diversión para empinar el catxirulo (cometa) y comer la mona en familia o con pandillas de amigos.


Dades bàsiques

Data:
Del 15/04/2019 al 21/04/2019
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