El lienzo, que plasma el alzamiento popular de València contra Napoleón, y que fue adquirido por el consistorio en subasta pública semanas atrás, ya está en el Ayuntamiento de València.
Se trata de un óleo sobre lienzo titulado “Alzamiento popular”, y con fecha situada aproximadamente en el año 1840, que se corresponde con el tema del levantamiento del vecindario de València contra Napoleón Bonaparte, que se produjo tras llegar a la ciudad la noticia de los hechos ocurridos en Madrid el 2 de Mayo de 1808.
Esta revuelta popular es un tema que aparece en diversas piezas artísticas de otros autores: fue inmortalizada en un grabado de Vicente López y Tomás López Enguídanos. Posteriormente, el motivo sirvió de inspiración al maestro Joaquín Sorolla, en el conocido lienzo titulado “El grito del Palleter”. Asimismo, el escultor Calandín creó la escultura del mismo tema que se puede contemplar junto al Portal de Quart.
El pasaje histórico a que hace referencia el lienzo adquirido por el Ayuntamiento es bien conocido, sobre todo gracias a las aportaciones de Vicent Boix y de Teodoro Llorente.
Según narran las crónicas, “en medio de la multitud enfurecida, Vicent Doménech despegó su faja roja atada a una caña a modo de bandera, con las estampas de la Virgen de los Desamparados y del rey”, y también donde se relata que “un pobre palleter li declarà la guerra a Napoleó. Visca Fernando VIIé i muiguen els traïdors!».
Este es el tema que representa la obra adquirida, aunque el escenario en el que se representa la acción no es la plaza de las Pasas, como en el grabado de Vicente López, sino la plaza del Mercat, dado que al fondo se dibuja la iglesia de los Santos Juanes. La firma del autor es ilegible, aunque, a decir de los especialistas, “no se trata de un pintor reconocido, puesto que la composición y la resolución son sencillas”. La importancia de la obra es que se trata de un documento histórico completamente inédito hasta ahora.
El precio de adquisición ha sido de mil euros. La información sobre la salida a subasta la proporcionó el profesor de Historia Medieval de la Universitat de València Mateu Rodrigo, quien tuvo el acierto de identificar el tema que la casa de subastas no había advertido. Si no, el precio hubiera sido mucho más alto.