Una exposición comisariada por Johanna Caplliure
Artistas: Rosana Antolí, Inma Femenía, Lucía C. Pino, Amanda Moreno y Bella Báguena
Drassanes del Grau, del 13 de septiembre al 8 de diciembre de 2022. Horario: de martes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 19:00; domingos y festivos de 10:00 a 14:00.
Floating Bodies / Cossos flotants es el relato de los cuerpos que emergen de las aguas transparentes después de haber pasado por una existencia cenagosa. Estos nos narran la transformación, la experiencia de nuestros cuerpos en un planeta lacerado donde los intercambios con otros seres son parte de nuestra propia supervivencia. Así, la metáfora del agua como espacio de fluctuación, movimiento y transformación nos sirve para construir una fabulación especulativa sobre un futuro compartido que altera el paisaje que constituimos. La idea de un gran cuerpo flotante nos ofrece habilidades para cohabitar este mundo potenciando la apertura de diferentes presentes. Las criaturas que habitan las profundidades del planeta, así como las efervescentes figuras mitológicas que se elevan en su transición, promueve la invención de nuevos imaginarios políticos y afectivos.
Temas como la transición ecológica, la relación con otras especies, las enfermedades del Capital sobre nuestros cuerpos, las transformaciones biomecánicas como máquinas de guerra y máquinas deseantes (Deleuze y Guattari) o la especulación sobre nuevas formas de agenciamiento circulan a lo largo de la exposición. Este proyecto se interesa en alargar las percepciones de los diferentes públicos, alterando su conciencia, hacia otros parámetros más fluidos y provisionales donde las proyecciones mentales traspasan los límites físicos hacia una poética abierta. Estas imágenes actúan entre sí bajo la resonancia de las olas del mar, de un flujo vital subterráneo que las une en un juego de asociaciones entre lo artificial y lo natural, lo mítico y lo físico, lo ficticio y lo real.
El proyecto está constituido por una serie de piezas e instalaciones ambientales como la de Inma Femenía, On Air, que abre la muestra con un muro flotante y translúcido que representa una colorimetría del día más caluroso del mes de agosto registrando la violencia en los cambios de nuestro paisaje. Esta pieza ha sido producida exprofeso para una de las naves de les Drassanes con la intención de construir un espacio mediado entre lo físico y lo intangible, lo real y lo virtual en una visualidad del colapso ecológico. Dos proyecciones inmersivas, una de Rosana Antolí y otra de Amanda Moreno, nos invitan a transcender el plano físico y deslizarnos hacia un nuevo estado de conciencia a través de la construcción de nuevas mitologías donde las especies se cruzan y cuyo origen se vislumbra en un remoto tiempo y un abisal espejismo natatorio. Quizá, de ese encuentro entre espacio, tiempo, seres y materia nazca A Tube Under The Sea: una pieza en forma de tubo realizado en fibra de vidrio, resina, bronce y cobre de Rosana Antolí que recoge materiales orgánicos como piedras marinas o arena del mar Mediterráneo. Dos esculturas llamadas Xenobody 1 y Xenobody 2 de Amanda Moreno nos advierten de las enfermedades del Capital. Estas se mueven entre lo orgánico y lo fabril, por ellas circularían como el torrente sanguíneo las sustancias tóxicas del capital, así como las memorias de otros tiempos. Entre órganos conductores o tuberías industriales asoma un cuerpo social enfermo por la crisis ambiental. La materia y la transición son también protagonistas en las esculturas expandidas de Lucía C. Pino que combinan la fragilidad, la precariedad y la inestabilidad de lo corpóreo humano o lo fantasmático animal tomando el espacio museístico. Se tratarían, por tanto, de cuerpos-membrana o armadura-caparazón, Anhelo y Lamia, que contorsionan haciendo visibles las fricciones del sistema en una especulación sobre un futuro posible. Por último, una performance inaugural de la artista y cantante Bella Báguena pone voz a esos ecos de las criaturas, los cuerpos que flotan a la deriva, y los seres que poblamos este incesante mar de inquietudes que llamamos planeta. Entonces Floating Bodies/ Cossos flotants nos proveería de una visión que ni las lecturas más distópicas hubieran dibujado sobre nuestro presente.